Ampliando perspectivas: Una visión desde las comunidades zapotecas de la Sierra de Juárez en Oaxaca, México.
Reducir una práctica de campo a consideraciones meramente académicas es hacerle una gran injusticia. Las experiencias de vida que se generaron con las comunidades son parte de la formación integral humana que el Colegio Madrid busca cultivar en el alumnado. Se trata no de inculcar valores en los alumnos, sino de generar las experiencias y dinámicas esenciales para que dichos valores despierten en los alumnos como verdaderas perspectivas únicas.
Aunque los alumnos han adquirido a lo largo de su curso de educación ambiental conocimientos teóricos, es invaluable que los alumnos observen de primera mano la sustentabilidad y la explotación responsable de recursos naturales en un ambiente en el que dichas actividades se llevan a cabo. Los alumnos no sólo pueden ver los retos que estas actividades representan, sino las formas en las que los obstáculos han sido superados por las comunidades visitadas. Esto es algo que toda la vida van a llevar consigo; las actividades que son intrínsecas para la sociedad moderna pueden ser realizadas de forma diferente.
Más allá del conocimiento, los alumnos compartieron la experiencia de la práctica tanto en el trabajo escolar como en las vivencias 24 horas al día con sus compañeros y maestros. Alejarse de ambientes familiares les da la oportunidad de vivir un nivel de autonomía e independencia sobresaliente en un ambiente seguro pero ajeno a su realidad cotidiana.Enfrentarse y adaptarse a nuevos ambientes, a las particularidades de su geografía, su gente y su ideología, otorga una oportunidad de redondear la formación de los alumnos. La visión del mundo de los chicos al visitar las comunidades de la Sierra de Juárez en Oaxaca es limada de prejuicios y asperezas causados por las limitaciones de aquello que es familiar y local, contribuyendo a convertir a los muchachos en gente del mundo, sensible y abierta a nuevas experiencias y dispuesta a enriquecerlas con nuevas perspectivas.