Pequeña crónica de la Ópera Solidaria.
Juan Manuel Ruisánchez Serra
Al final, no fuimos tantos los que nos reunimos en el auditorio del Colegio; alrededor de 70 personas que nos sentamos y nos sentimos satisfechos de apoyar y acompañar.
La planeación costó trabajo; fue todo muy rápido y no sabíamos qué respuesta íbamos a tener. Entre Majo, Ana y yo estuvimos dándole vueltas a nuestras opciones y apenas dos días antes del concierto todavía dudábamos de la viabilidad del proyecto, pero decidimos seguir adelante y realizarlo.
Tal vez porque la hora no era la mejor, porque el día no era el mejor, porque todo tan rápido no dio tiempo para agendar, porque quizás la ópera no es como un concierto de rock, porque se nos cruzaron los bimestrales también… El caso es que, al final, no fuimos tantos los que nos reunimos en el auditorio.
Lástima por los que no asistieron, porque se perdieron de un concierto maravilloso, con las voces de Cecilia Eguiarte y Luis Miguel Ramírez, y con Eduardo de Santiago en el piano, a quienes agradecemos profundamente por tan linda tarde. Un concierto que acabó por ser más íntimo y, sobre todo, muy especial.
Y, por supuesto, también agradecemos todo el apoyo que recibimos, tanto de los que pudieron asistir al concierto, como de los que amablemente hicieron donativos.