Un paseo por el arte en el Museo Soumaya.

En un ambiente de cambio de estación, los grupos de 6° grado asistieron al Museo Soumaya ubicado en Polanco. Ahí los guías subdividieron los grupos para formar equipos de 20 alumnos y comenzar la visita.

En la planta baja se encuentra una obra impresionante hecha por Auguste Rodin, llamada “La puerta del infierno”. Esta pieza llamó la atención de los niños, pero lo que más les impresionó fueron las historias y los detalles que las guías les contaron:

“Me encantó La Puerta del infierno, la pusieron de tal forma que las personas que entran al museo luego luego la ven, definitivamente se lleva el protagónico”.

“Lo que más me gustó de esta obra fueron las estatuas o mini estatuas que están pegadas” “…ya que cada una tenía una historia y al ver su figura en la puerta observas cómo los personajes sufren por su pecado”.

“Supuestamente una vez que pasas la puerta del infierno ya no sales. Está dividida en varios niveles y dependiendo de tu pecado es el nivel en el que estarás”.

“En el sexto piso vimos un video sobre cómo se trajo la puerta desde Francia” La escultura pesa 6.7 toneladas y es la octava réplica de ocho que el autor autorizó hacer, después de ésta se canceló para siempre el molde original”.

En el último piso continuaron viendo obras de Rodin, he aquí algunas expresiones de los alumnos:

“La escultura que más me gustó fue la de El beso, que trata de una historia de amor sobre una mujer casada cuyo esposo va a la guerra y la deja encargada con su hermano, con el tiempo se empiezan a enamorar hasta que se besan, el esposo regresa, los ve y los atraviesa con su espada”.

“Lo que aprendí fue que los artistas se expresan de diferente forma, por ejemplo, había tres estatuas de Cupido y todas eran diferentes, pero al mismo tiempo parecidas, en especial en las historias”.

“El ángel Cupido pido fue una de las cosas que llamó más mi atención porque se me hizo muy bonita su historia”.

“A mí me gustó mucho cómo se veía el museo por fuera…”

Fue una grata experiencia que permitió cerrar con éxito las prácticas de campo de los alumnos de sexto que están por iniciar una nueva etapa en la secundaria. Los guías tuvieron una actitud amable y explicaron de manera interesante las obras, pero sobre todo las historias que las acompañan.