Un Anzuelo al conocimiento.

Práctica de campo de Primero de Secundaria

Temprano con nuestro manual, pluma, colores, cuerda, transportador, microscopios, hilo y una tuerca a manera de plomada, salimos a Río Frío, Estado de Puebla el jueves 8 de febrero de 2018 a realizar actividades que involucran las materias de Geografía, Matemáticas, Biología y Educación Ambiental.

Iniciamos, sentados frente al lago, observando las características físicas, los servicios con los que cuenta el lugar y elaborando un mapa destacando los puntos más importantes. Después nos fuimos al restaurante donde se nos dio una plática sobre los orígenes del lugar, su historia y los aspectos necesarios que requieren las truchas para reproducirse y crecer. La plática terminó con la disección en vivo de una trucha proyectada en una pantalla gigante, atrapando la atención total de nuestros alumnos, aprendiendo la anatomía de este hermoso organismo, la trucha arcoíris. Los alumnos también tocaron, observaron y conocieron la anatomía de la trucha tanto externa como interna, y con ayuda del microscopio observaron, células en sangre y en tejidos preparados en el sitio por sus profesores de biología.

Después nos hicimos un espacio para construir un sextante, caminamos por un sendero y en la zona de árboles gigantes aplicando conceptos de geometría, distancia y ángulo, medimos alturas inaccesibles, árboles muy altos.

Visitamos el criadero y la planta de tratamiento de agua. Hicimos un recorrido por el lugar donde habitan truchas de distinto tamaño, desde las incubadoras y piletas, hasta estanques de diferentes tamaños, conociendo el ciclo de vida de la trucha arcoíris y los parámetros físico-químicos que requiere esta especie para su cultivo. En la planta de tratamiento de agua, observamos y nos explicaron los procesos físicos y biológicos por los cuales pasa el agua contaminada del río para convertirla en agua útil en el cultivo de truchas.

Las últimas actividades fueron la pesca, preparación y degustación de una trucha. Todos con nuestros anzuelos cubiertos de carnada nos adueñamos del lago. A la orilla 150 anzuelos listos para pescar, como siempre unos con más suerte que otros, truchas empezaron a picar, fotografías capturaban el momento. Las medimos y pesamos, analizamos e interpretamos la información de la talla y la masa de las truchas capturadas e haciendo estadística básica.

Atrapar y cocinar nuestro alimento es una experiencia inolvidable después de tirar “Un anzuelo al conocimiento”.

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