Sexualidades y relaciones de convivencia. Una experiencia desde Biología con Secundaria.
Uno de los trabajos del maestro es guiar a alguien para que su saber salga a la luz. Se dice que Sócrates comprendió bien esta idea haciendo un símil con el trabajo de su madre, que era partera. Un maestro, entonces, es en realidad un facilitador del saber. Ese saber muchas veces ya existe pero el maestro funciona como guía para que una persona encuentre las herramientas adecuadas que permitan que estos saberes sean visibles y se nombren con claridad.
En la materia de Biología de primer grado de Secundaria, como parte del trabajo de Madrid Tutor, pero sobre todo a partir de inquietudes sinceras sobre nuestras realidades, exploramos mediante la pregunta cuestiones relacionadas con la sexualidad y nuestras identidades. Con frecuencia podemos aprender más a partir de preguntar y explorar la duda, que de establecer espacios donde solo una persona es la que sabe y comunica las respuestas. Existen preguntas cuya respuesta queda abierta a la experiencia y no es definitiva. ¿Qué nos hace hombres o mujeres, es solo nuestro aspecto físico? ¿La orientación sexual se aprende? ¿Se hereda? ¿Ambas?
La actividad consistió en nombrar y compartir aquellas vivencias relacionadas con el género que tenemos en nuestras vidas, y preguntarnos cómo cambian o de dónde surgen, para intentar encontrar si éstas tienen alguna relación con nuestra convivencia diaria con otras personas en la escuela y en nuestros círculos sociales en general. Lo primero que hicimos fue compartir cuáles son nuestros gustos y partes de la forma de ser que nos identifican, y discutir si éstas se relacionan con el género con el que nos identificamos (ser hombres o mujeres). Encontramos que muchas veces nuestro género influye en cuáles son nuestros gustos y en nuestra forma de expresar la identidad o el género. Luego enviamos un mensaje a los adultos que nos han criado o educado en nuestra vida, para manifestar nuestras inquietudes sobre el tema.
¿Alguna vez alguien te ha dicho que tus gustos no corresponden con tu género, o que no “debes” actuar o pensar de cierta forma por ser hombre o mujer? ¿Cómo te has sentido? En grupo, concluimos que no tiene nada de malo tener gustos que no coincidan con los estereotipos de género que la sociedad impone para cada uno de nosotros, mientras esos gustos no agredan o violenten a otras personas.
Esta actividad fue realizada con los cinco grupos de la generación de primer grado gracias al trabajo conjunto de los 6 maestros de Biología y nos permitió compartir inquietudes, dudas y experiencias alrededor del tema de sexualidad, que con frecuencia es visto desde la ciencia sobre todo, como una cuestión relacionada únicamente a nuestros rasgos físicos o biológicos. La sexualidad es mucho más amplia que eso, e incluye cuestiones sociales y de convivencia a partir de las cuales podemos compartir e idear formas para que nuestros vínculos con otras personas sean cada vez más sanos y armónicos.
Aunque lo biológico como nuestro ADN o la forma del cuerpo con el que nacemos no se elige, existen aspectos sociales y culturales que se relacionan con cómo vemos al mundo o cómo elegimos relacionarnos con otros, y esa es, quizás, una forma de conectar lo científico con lo social, pero sobre todo muestra nuestra diversidad, y como tal, es necesario identificarla, nombrarla y valorarla.
Manuel Ochoa