No al uso del popote.
“No al uso del popote” es una frase ya muy común entre algunos de nuestros niños. Todo comenzó con un video en las redes sociales que impactó tanto a chicos como a grandes, ¿quién no lo vio y se conmovió casi hasta las lágrimas? Ver una tortuga sufriendo, a quien unos biólogos trataban de sacarle un popote de la nariz, conmovía por ver su expresión de dolor.
Este tema llegó hasta nuestros salones de clase, bueno… concretamente a un grupo de 3° de primaria, hace ya tres años, quienes comentaron el video, pues la mayoría ya lo había visto y muy conmovidos aceptaron de buena manera, y con entusiasmo, iniciar una campaña de “no al uso del popote”.
La campaña inició mediante una lluvia de ideas en la que los alumnos proponían diferentes formas en que cooperarían, dichas propuestas se fueron anotando en el pizarrón. Las propuestas eran muy concretas, por ejemplo: guardar en una caja los popotes de las bebidas de tetra pack que traen al salón cuando hay cumpleaños y pedir a mamá que ya no los ponga en el vaso de la leche que les sirve cada mañana.
Lo mejor de todo era que algunos alumnos también participaban diciendo las formas en que su familia ya evitaba el uso del popote, por ejemplo “cuando vamos a un restaurante mi mamá le dice al señor que nos atiende que se lleve los popotes”, “mi papá ya no se toma el jugo con popote”, “mi mamá ya no compra caja de popotes en el súper”, etc. Qué conscientes son los niños, a veces más que nosotros los adultos, sus intenciones son muy transparentes, les emociona hacer cosas buenas por la gente, el planeta y por los animales.
Cuando iniciamos la campaña, los botes que destinamos para ese fin se llenaban, no solo con los popotes que no usaban en el salón, sino que en ocasiones llegando en la mañana, me entregaban una bolsita llena de popotes que rescataban en su casa o en el restaurante antes de que alguien los pudiera usar.
Esta campaña se extendió al curso siguiente con un grupo de 4º y actualmente con un grupo de 2º, estos alumnos propusieron hacer campaña en otros grupos para contagiar el entusiasmo y pedir que no usen más popotes, ellos están elaborando carteles y los van a pegar a la vista de toda la comunidad de primaria para extenderla.
Qué satisfacción ver a los niños tan propositivos, preocupados por el medio ambiente y haciendo algo para cuidarlo, ¡entrando en acción! y no sólo dejándolo en una charla interesante del salón de clases. Observar que el interés permea y llega hasta sus hogares y su comunidad es realmente emocionante.
Nos toca a los adultos poner nuestro granito de arena e incentivar a nuestros niños para iniciar otras campañas que complementen a esta, hagan sus propuestas…
Profa. Cecilia Vicario Ávila