En recuerdo a Maruja Chozas.
MARUJA CHOZAS, recuerdos de una compañera.
Llegar al Colegio y encontrar a Maruja que ya había caminado por la pista, como lo hacía diariamente, para hacer ejercicio, cuidadosa de su alimentación, de una vida sana; nos habla de una persona disciplinada en lo personal y en su labor como maestra.
Siempre cuidadosa en la preparación de sus clases, atendiendo al razonamiento en matemáticas, pero sobretodo la importancia de la lectura, de su comprensión, cuántos ejemplos nos compartió: en los problemas matemáticos, por ejemplo.
Sin embargo, su especialidad, eran las composiciones, cómo había que motivar a los chicos, cómo ayudarlos a desarrollar el tema, cómo evitar las repeticiones utilizando sinónimos y después, como corregirlas, aportando sugerencias, la versatilidad al elegir temas, buscando que fueran de actualidad e interés para ellos.
Siempre dispuesta a compartir sus conocimientos y su amplia experiencia con nosotras las más jóvenes, de una manera sencilla, su trato era amable y cordial.
Era alegre, una gran conversadora, cuidadosa a la hora de discrepar en algún tema, manifestando su punto de vista, sin ofender o incomodar a los demás.
La recuerdo conciliadora, los problemas los abordaba con serenidad y objetividad.
Desde su llegada se incorporó con gran facilidad al Colegio, percibíamos en ella el gusto por su labor, que desarrollaba con alegría; nunca la oí quejarse o lamentar haberse dedicado a la docencia, al contrario, dispuesta a conocer y aplicar nuevas metodologías y experiencias, aportando sus amplios conocimientos y su buen juicio.
Fue un placer compartir con ella y aprender tantas y tantas cosas que nos aportaba en el día a día.
¡¡¡¡GRACIAS MARUJA!!!!
¡¡¡¡SIEMPRE TE RECORDAREMOS!!!!
MARUJA CHOZASEn primaria siempre fui una alumna del montón, pasé sin pena ni gloria hasta que llegue a 6° de primaria y tuve la suerte de que mi maestra fuese Maruja, era una mujer joven, recién llegada de España, trabajadora, responsable, comprometida, pero sobre todo un magnífico ser humano, pues en ella encontré cariño, comprensión, aceptación y apoyo.
Ella me hizo ver que yo era capaz de muchas cosas, desarrolló en mí, confianza en mi misma y me dio la oportunidad de ver las aptitudes y cualidades que yo no sabía que tenía, llegué a quererla intensamente, ya no iba a la escuela porque así tenía que ser, sino por estar con ella, aprender lo mucho que me enseñó y me dio.
Si soy maestra es gracias a ella y a su ejemplo, con los años, la vida me dio la oportunidad de trabajar como su compañera y seguir aprendiendo y compartiendo.
No importa que físicamente ya no estés Maruja, en mi corazón permanecerás para siempre, ¡Gracias por todo!
Carmen Sahagún