De cuidado, convivencia y aprender juntos; de fósiles, evolución y biodiversidad.

El sentido de comunidad se adquiere mediante la convivencia, el aprendizaje colaborativo y el compartir experiencias.

Buscando esto, los alumnos de segundo grado de preescolar y los de 4º semestre de bachillerato, comparten espacios, actividades y experiencias. Aprenden, se acompañan, se cuidan y descubren juntos.

Para ello, previo a la realización de una practica de campo al Museo de Historia Natural, las dos generaciones se dieron cita en el salón de cocina de preescolar para, con la excusa de hacer fósiles de yeso, conocerse y compartir aprendizajes.

El programa de Biología de bachillerato de este semestre abarca entre sus contenidos el estudio de la evolución, y que mejor pretexto para que los pequeños empiecen a descubrir el tema, que elaborar fósiles que son prueba directa de dicha teoría.

La actividad fue todo un éxito, grandes y pequeños la disfrutaron mucho, se conocieron y empezaron a entablar lazos.

Así todo estaba listo, para que 31 de enero, día de la vista al Museo de Historia Natural, todo saliera muy bien.

La logística de la práctica consistió en hacer cuatro bloques que conformaban equipos de cuatro alumnos de preescolar y seis de bachillerato para visitar las salas de Diversidad, México Megadiverso, Evolución y el Biolaboratorio, posteriormente visita libre por otras salas y comer juntos el refrigerio.

Las visitas guiadas permitieron a los alumnos de bachillerato profundizar más en los temas trabajados en clase y empezar a indagar sobre lo que trabajarían en su practica de campo a Campeche, para los de preescolar, conocer diferentes ecosistemas y a las plantas y animales que en ellos habitan.

Fue una práctica muy significativa, los alumnos de las dos secciones pudieron convivir y recabar información, en un ambiente de empatía, solidaridad, respeto y amistad generando experiencias de aprendizaje.

Los alumnos de preescolar y de bachillerato disfrutaron esta práctica fomentando el desarrollo del pensamiento científico, reflexivo y creativo.

Para cerrar la actividad, otro momento de convivencia en preescolar, en donde juntos elaboraron máscaras, rieron jugaron, compartieron se cuidaron y empezaron el camino hacia una amistad que seguramente recordarán siempre.

Es importante seguir fomentando estas actividades entre secciones que se siga generando un fuerte sentido de comunidad escolar.

¡Madrid bien, Madrid bien !

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