“Bailando en casa” (Taller de Danza Española)
¡Hola chicas, muy buenos días! Va la liga de hoy…. ¡Hola Malú! ¡Hola Malú! ¡Hola Malú!… Así son los días de clase donde la alegría por volver a vernos borra el tiempo y la distancia.
Con las pequeñas, empezamos las clases con sus mascotas, juguetes, los dientes que se les han caído, lo que han cocinado y los dibujos que han hecho. Siempre alegres por compartir para después iniciar su clase tocando las castañuelas, seguir con el calentamiento para terminar bailando como se pueda.
Las no tan pequeñas, comparten lo nuevo que han aprendido y hablamos sobre la experiencia de estar en clases a distancia; nos reencontramos, nos ponemos al día y nos ponemos a trabajar. Dado que ya tienen un mayor nivel de entrenamiento, saben lo que tienen que hacer y todas a la vez trabajan en equipo porque nadie se quiere quedar atrás; todas reman juntas para dejarme asombrada y agradecida por su calidad humana, su fraternidad y su empuje.
Con todo y las dificultades técnicas, todas las alumnas regresan con el mismo entusiasmo para repetir la experiencia. Y esto, es lo que termina dándole sentido a nuestra profesión a nuestra vocación y a nuestra vida.
Todos hemos aprendido muchas cosas que antes no sabíamos y también hemos aprendido a adaptarnos a las circunstancias.
Bailamos como podemos y tratamos de divertirnos como podemos. Aprendemos a escuchar, a observar y a hacer todo de otra manera. Después de tocar las castañuelas y bailar a veces sin música, nos despedimos con mucho cariño. Siempre con la esperanza de volvernos a ver para nuestra siguiente sesión.