Conferencia sobre el Premio Nobel de Física 2020

“ Y el premio Nobel de Física 2020 es para … Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez” es la noticia con la que amanecimos el martes 6 de octubre y de la que el Dr. Jorge Daniel Cantó Illa nos habló el pasado 10 de noviembre, quien es investigador reconocido a nivel internacional del Instituto de Astronomía de la UNAM y que ha sido merecedor de múltiples reconocimientos por sus importantes contribuciones a la ciencia.

Dr. Jorge Daniel Cantó Illa, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM.

La conferencia inició con la explicación de cuál es el origen de los premios Nobel, galardón internacional que se instituyó en 1895 como la última voluntad del industrial Alfredo Nobel para reconocer a personas o instituciones que hayan llevado a cabo investigaciones, descubrimientos o contribuciones notables a la humanidad en las áreas de Física, Química, Fisiología o medicina, Literatura y por la Paz.

Medalla de oro como reconocimiento a los ganadores del premio Nobel.

Por ejemplo, entre algunos premios en Física que se han dado a lo largo de la historia están los descubrimientos de los rayos X por Wilhem Röntgen en 1901, la radioactividad por Henri Becquerel y los esposos Pierre y Marie Curie, también encontramos a Albert Einstein aunque no por la Teoría de la Relatividad como quizás muchos lo crean, sino por el efecto fotoeléctrico en 1921, pero eso no quiere decir que esta Teoría no haya sido una gran contribución, solamente que sus aportaciones han sido demostradas tiempo después con la observación de las ondas gravitacionales en el 2017 y el que en esta ocasión nos interesa, con el premio Nobel  de Física 2020.

Roger Penrose ganó la mitad del Nobel del 2020 por demostrar que la Teoría de la Relatividad General no sólo predice los agujeros negros sino que son inevitables, mostrando la formación de singularidades de material que se generan en el espacio-tiempo debido al colapso de un objeto masivo. Reinhard Genzel y Andrea Mia Ghez  ganaron la otra mitad por detectar el agujero negro super masivo de alrededor de 4 millones de masas solares en el centro de nuestra galaxia.

De izquierda a derecha: Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez

El Dr. Cantó Illa explicó que en el interior de un agujero negro existe una concentración de masa lo suficientemente elevada que genera un campo gravitacional del que ninguna partícula, ni siquiera la luz, puede escapar. Por años ya se tenía evidencia de la presencia de estos agujeros, pero hasta el 2019 fue cuando se obtuvo la primera imagen de un hoyo negro en el centro de una galaxia que está en la constelación de Virgo, usando una colección de 16 telescopios repartidos en toda la Tierra, incluyendo el Gran Telescopio Milimétrico que está en la Sierra Negra ubicado en Puebla. El Dr. Cantó señaló que estos telescopios tienen una impresionante resolución, tal que pueden detectar una naranja en la superficie de la Luna.

Primera foto de un agujero negro obtenida en el 2019.

Genzel y Ghez estuvieron observando el comportamiento de las estrellas que se encontraban cerca del centro de nuestra galaxia, y registraron desde 1995 las posiciones en diferentes épocas de una estrella que seguía una trayectoria elíptica, que tenía en uno de sus focos el centro de la galaxia. Llamando la atención de que había momentos en que alcanzaba una velocidad enorme, aproximadamente de 4000 km/s, permitiéndoles determinar que la estrella debía estar girando entorno a una masa de 4 millones de masas solares, cuerpo que debía tener una velocidad de escape superior a la velocidad de la luz, lo que sin duda los llevó a demostrar que en el centro de nuestra galaxia hay un agujero negro.

En la conferencia también se señaló que no han sido los únicos científicos que se han dedicado en estudiar estos objetos tan apasionantes, tratando de descubrir sus secretos, y que México siempre ha estado contribuyendo de manera importante, como el Dr. Luis Felipe Rodríguez quien también señaló la existencia de este hoyo negro en el centro de la galaxia desde hace 41 años.

Todo esto generó múltiples e interesantes preguntas de parte de nuestros alumnos de tercer semestre, de la opción A y B de CCH que escucharon con interés al Dr. Cantó, permitiéndoles despejar sus dudas, aunque el tiempo nunca es suficiente por lo que quedaron algunas preguntas en el tintero, pero que el doctor los invitó a que le escribieran para continuar contestando sus inquietudes. Mostrándonos que aunque nos encontramos en casa, cuidándonos y cuidando a los demás, siempre hay forma de continuar en contacto con la ciencia.

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