#8M Día Internacional de la Mujer en la Secundaria

El 8 de marzo de 1908 hubo un suceso transcendental que marcó la historia del trabajo y la lucha sindical en el mundo entero: 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos. El motivo se debía a la búsqueda de una reducción de jornada laboral a 10 horas, un salario igual al que percibían los hombres que hacían las mismas actividades y la mejora de condiciones de trabajo que eran deplorables. El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para que las mujeres en huelga desistieran y abandonaran el lugar. Sin embargo, el resultado fue la muerte de las obreras que se encontraban en el interior de la fábrica por un incendio provocado ese día.

En 1910, se desarrolló la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, el tema central fue el sufragio universal para todas las mujeres y, por moción de Clara Zetkin, lideresa rusa comunista, se proclamó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en homenaje a las mujeres caídas en la huelga de 1908. En 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó oficialmente el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer. Luego, en 2011, se celebró el centenario de la celebración con la premisa de Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU Mujeres).

Todos los 8 de marzo se conmemora en el mundo la lucha de las mujeres por la igualdad formal y sustantiva, el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos, espacios libres de violencias, así como el acceso a una justicia antripatriarcal y con perspectiva de género.

En el Colegio Madrid, el pasado 8 de marzo, dentro de la jornada para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, en colaboración con el Consejo Estudiantil de la secundaria y el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) de la UNAM, se llevaron a cabo actividades dedicadas a la reflexión, diálogo y expresión artística sobre los feminismos, el papel de las mujeres en la vida social y la importancia de la lucha por la igualdad y equidad en todos los ámbitos de la vida social, política y cultural.  Los cinco talleres se realizaron en horarios de clases, en los espacios de las aulas abiertas, y estuvieron a cargo de monitores del CCUT, acompañados por las y los profesores de nuestra sección. Cada uno de los talleres finalizó la actividad con la elaboración colectiva de un Antimemorial gigante, donde todas, todes y todos plasmaron frases, acompañadas por esténciles, con una expresión o demanda política en torno al #8M.

De la misma manera, el Consejo Estudiantil organizó de manera autogestiva actividades que motivaran la escucha, la reflexión y la participación activa de todas, todes y todos sobre la conmemoración del #8M y cómo se reflejaba la lucha feminista en su cotidianidad dentro y fuera de los espacios escolares. Dichas actividades se hicieron en el patio principal, durante los descansos, para motivar la empatía y participación de la comunidad de la secundaria. Con un micrófono abierto hicieron lectura en voz alta de poesía, así como de textos escritos por las estudiantes de las tres generaciones y además, hicieron un mural colectivo donde a través de frases, dibujos y consignas contestaron a la pregunta: ¿para ti, qué significa ser mujer?.

Las mujeres del mundo desean y merecen un futuro igualitario sin estigmas, ni roles ni estereotipos ni violencia de ningún tipo; un futuro que sea sostenible, pacífico, con igualdad de derechos, condiciones y oportunidades que no obstaculicen su vida personal y profesional en ningún ámbito de la vida privada y pública. Las estudiantes de la secundaria lo dejaron claro cuando se reunieron en un paro activo en el marco del #9M Un día sin nosotras y alzaron la voz para dejar claro que de ellas también son el futuro de nuestro país y del planeta.

Para el Colegio Madrid es fundamental conmemorar el #8M por ser relevante en la lucha por un futuro distinto para todas las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres adultas del mundo porque de ello depende la construcción de una sociedad distinta. El espacio escolar es fundamental para reflexionar individual y colectivamente sobre qué hacemos en nuestros espacios y en nuestra convivencia cotidiana para fomentar la igualdad y rechazar los roles y estereotipos de género que dan paso a la violencia, ¿cómo nos gustaría que fueran dichos espacios y cómo podemos transformarlos? y la respuesta a este pregunta se construye en colectividad.

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