Ajolotes en CIBAC: Práctica de campo conjunta Preescolar-Secundaria

Los días 30 de noviembre, 1° y 5 de diciembre, las generaciones de tercero de preescolar y primero de secundaria realizamos nuestra primera práctica conjunta del año al Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco (CIBAC). Esta práctica es siempre muy importante por varios motivos: Académicamente, nos permite comenzar el trabajo en campo tan importante en el Colegio para el aprendizaje de nuestros estudiantes. Al ser la primera, nuestros chicos comienzan a comprender la forma de trabajo extra-clase a la que estamos acostumbrados en el Colegio y que continuará desde este momento y durante todo su proceso formativo con nosotros. Por otro lado, es muy importante visitar directamente sitios relevantes para la ciudad en cuestión de cultura y biodiversidad, como es Xochimilco.

Durante la práctica recorremos las instalaciones del CIBAC y conocemos más sobre aspectos de la biología del ajolote (Ambystoma mexicanum) como su anatomía, ciclo de vida e incluso cuestiones ambientales y sociales.

Esta práctica es una tradición; lleva varios años como parte del programa de Ciencias de ambos grados y siempre despierta un sentido de conservación y de comunidad muy particular entre nosotros, pues el trabajo colaborativo entre secciones nos sensibiliza no solo al tema que aborda la práctica, sino también al trabajo conjunto con personas con las que no podemos convivir diariamente en el Colegio. Además, desde hace tiempo cada generación que la realiza puede “cerrar el ciclo”; es decir, nuestras alumnas y alumnos que alguna vez fueron a esa práctica de campo siendo estudiantes de preescolar, ahora regresan para vivirla desde primero de secundaria y resulta muy significativo para su aprendizaje y trabajo durante ese día y todo el proceso de trabajo en esta actividad que involucra actividades previas y posteriores a la visita.

Apenas el ciclo pasado retomamos actividades de campo en el Colegio y volver este año a realizarlas nos provoca la sensación agradable de que, de nuevo, se está haciendo costumbre como si nunca se hubiera interrumpido; una costumbre que nos divierte, nos enseña y por supuesto nos provoca mucha emoción poder realizar cada año.

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