Visita al Convento de las Capuchinas Sacramentarias del Purísimo Corazón de María
El pasado jueves 8 de febrero visitamos esta importante obra del arquitecto Luis Barragán, ubicada a una cuadra del centro de Tlalpan.
La experiencia comenzó desde la llegada al convento, ya que la fachada es tan discreta que los alumnos se preguntan qué importancia puede tener ese lugar para ser visitado. Es imposible imaginarse lo que hay detrás de esos muros.
En la puerta nos recibió una de las hermanas quien amablemente nos pidió que dejáramos todos nuestros celulares en una canasta, ya que dentro está prohibido tomar fotografías; y además nos pidió hablar en voz baja, ya que en la capilla podemos encontrarnos a otras hermanas en oración.
Durante el recorrido los alumnos experimentaron la transición entre los diferentes espacios, unos con mayor altura, otros más bajos, y cada uno con diferente calidad de luz según su función. Aprendimos por ejemplo, que Barragán solo utiliza luz indirecta en su alumbrado, ya que la luz directa le parece una falta de respeto al visitante. Vimos lo importante que es la iluminación natural para el arquitecto, y cómo la utiliza para crear diferentes atmósferas en los espacios que componen el convento, en especial La Capilla.
Estando en La Capilla nos pudimos responder cuál era el propósito de esa visita, nos dieron tiempo para contemplarla en todos sus detalles desde distintos ángulos, en ese espacio pudimos conocer la paleta de materiales empleados por Barragán: madera de pino en el piso y el mobiliario, aplanados en los muros con un acento de color, hoja de oro en el retablo y por supuesto la luz que entra como protagonista a través del vitral diseñado por Mathias Goeritz.
Recorrimos la capilla adyacente para visitas y otros espacios accesorios como la sacristía, el confesionario y una sala para los visitantes, aquí pudimos encontrar otros elementos característicos del arquitecto como la integración de esferas que reflejan el espacio y pinturas de Chucho Reyes, quien fue un amigo e influencia importante en la vida del arquitecto.
El recorrido terminó nuevamente en el patio central de la casa, donde descansamos unos minutos mientras vimos escurrir el agua de la fuente. La hermana nos contó que la tienen casi todo el tiempo apagada porque no tiene un sistema para recircular el agua y la que escurre se va al drenaje. Antes de salir pasamos a la tiendita de souvenirs a comprar buñuelos, galletas y salsa preparadas por las mismas monjas capuchinas.
Jaime Schmidt
Diseño Ambiental · CCH
Fachada del convento hacia la calle Hidalgo
Vista del patio central con la fuente y la celosía.Foto de internet
La Capilla. Foto de Armando Salas Portugal
Planta arquitectónica