Visita al Instituto de Fisiología Celular de la UNAM

Durante nuestra visita al Instituto, tuvimos la oportunidad de conocer distintos laboratorios dedicados a la investigación genética. En esta experiencia, observé experimentos y equipos de alta tecnología ¡súper increíbles!, también comprendí la importancia de la biotecnología y de cómo el trabajo científico puede influir directamente en nuestra vida cotidiana.

El recorrido comenzó con una división por grupos, lo que nos permitió que cada equipo explorará espacios diferentes. A mi y a mis compañeros nos tocó visitar primero el laboratorio de modificaciones postraduccionales y el segundo fue el de genética mitocondrial. Ambos lugares me dejaron una impresión profunda y salí de ahí muy contenta, no solo por lo que aprendí, sino por la manera en que logré visualizar cómo la ciencia conecta con procesos tan comunes como hacer pan o producir bebidas fermentadas (vino).

En el laboratorio de modificaciones postraduccionales aprendimos sobre las levaduras y su uso en diversos procesos biológicos e industriales. Me llamó mucho la atención cómo al modificar genéticamente estos organismos, se pueden obtener resultados diferentes según la cantidad de ácido glicólico, lo cual influye en productos como el pan o el alcohol.

Realizamos un experimento sencillo que fue cuando mezclamos agua con azúcar y observamos cómo las levaduras liberaban un gas que infla un globo colocado encima del frasco. Este gas era dióxido de carbono, y verlo de forma tan directa me hizo entender con claridad cómo ocurre la fermentación. También observamos máquinas especializadas para separar fragmentos de ADN, repitiendo el proceso varias veces con una precisión impresionante. Esta parte me pareció fascinante porque muestra el nivel de detalle y control que requiere la manipulación genética.

Después visitamos el laboratorio de genética mitocondrial, donde observamos mitocondrias en proceso de gemación. Me sorprendió ver como estos orgánulos, que normalmente sólo estudiamos en libros, pueden aislarse y analizarse tan minuciosamente. Incluso tuvimos la oportunidad de participar en un proceso de separación de ADN, lo que me ayudó a comprender la complejidad y delicadeza de estos estudios.

Considero que esta visita fue una experiencia muy valiosa, ya que me permitió ver la ciencia aplicada de manera concreta. Muchas veces en clase aprendemos conceptos teóricos, pero verlos en acción cambia completamente la perspectiva. Lo que más valoré fue la pasión de los investigadores al explicarnos cada procedimiento, transmitían curiosidad y respeto por el conocimiento. Sin embargo, también noté que gran parte de este tipo de investigación requiere recursos costosos y mucha precisión, lo que me hizo reflexionar sobre la importancia de invertir en ciencia y educación.

Esta visita me reafirmó que la biología no es solo un tema que nos dan en la escuela, sino una herramienta poderosa para mejorar el mundo.

En conclusión, recomiendo ampliamente esta visita. No solo despierta el interés por la ciencia, sino que también nos hace apreciar el trabajo de los investigadores que, día a día, descubren nuevas formas de entender la vida. Salí del instituto con una mezcla de admiración y motivación, convencida de que detrás de cada experimento hay una historia de esfuerzo, curiosidad y esperanza.

por Natalia Ramirez, estudiante de Opción B

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