Un intercambio en Huasca Hidalgo.

El pasado mes de marzo del presente año los grupos de segundo de secundaria del Colegio Madrid realizaron su práctica de campo al pueblo mágico de Huasca de Ocampo en el estado de Hidalgo. Diseñada por las coordinaciones de Formación Cívica y Ética y Matemáticas, con el apoyo de las asignaturas de Español, Física y Educación Física. La práctica tenía como objetivos principales la interacción y el aprendizaje de los estudiantes a través de distintas experiencias en una comunidad en un contexto geográfico distinto.

En un periodo de tres días los estudiantes del Colegio Madrid realizaron diversas actividades  orientadas a cumplir con los objetivos mencionados anteriormente. A través de tres talleres los chicos conocieron algunas de las artesanías típicas de la región y que contribuyen a generar ingresos en la comunidad. Aprendieron e interactuaron con sus compañeros de la Secundaria Teodomiro Manzano Campero durante un intercambio académico. En este intercambio realizaron trabajo colaborativo y de integración, dialogaron en una mesa redonda sobre adolescencia y finalmente cerraron con la elaboración de un cartel, en conjunto con sus pares de Huasca, donde plasmaron sus ideas sobre adolescencia. El producto de esta experiencia reflejó las inquietudes, diferencias y similitudes entre los estudiantes de ambas instituciones, así como su noción sobre algunos conceptos como el amor y la sexualidad e incluso una mirada sobre el valor del intercambio para ellos.

Durante la visita a los prismas basálticos los estudiantes midieron y reprodujeron a escala algunos de los prismas, en la caminata en la Barranca recolectaron mineral magnético, que después clasificarían e identificarían. En el Bosque de los Duendes los chicos vivieron la experiencia de una caminata nocturna, acompañada de algunas de las leyendas sobre el lugar. A través de un rally se trabajó la integración de la generación y los grupos de segundo de secundaria, trabajando aspectos de Educación Física de forma divertida en un espacio natural.

La práctica en Huasca cumplió con los objetivos de las asignaturas que nos apoyaron con el diseño y aplicación de las actividades. Trabajar de cerca en el proceso de aprendizaje de los chicos siempre es gratificante y este caso no fue la excepción. Siempre es difícil empezar proyectos nuevos, es necesario ajustar y replantear cosas, pero esta práctica nos dio la oportunidad de conocer otras formas de entender la realidad y vivirla, la vivencia fue enriquecedora tanto para los estudiantes como para los profesores de ambas instituciones. Y nos permite pensar  en la posibilidad de entrelazar más los vínculos con esta comunidad.

 
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