Viaje cultural a España, primavera de 2014. Una experiencia para recordar siempre.

Finalmente el pasado viernes 25 de abril llegamos de regreso de nuestro intensísimo viaje cultural a España, primavera de 2014, el primero de los que esperemos se haga una tradición en el Colegio Madrid.

Dos semanas antes, el viernes 11 de abril, veintisiete estudiantes del bachillerato, con sus papás, dos profesores y representantes de la agencia de viajes, nos reunimos a las 7:30 hrs. en la oficina de migración del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, para realizar los complicados trámites que ahora se requieren para viajar con menores de edad. Muy ilusionados despegamos a las 12:40 hrs. sin contratiempos y, después de diez largas horas, no exentas de fuertes turbulencias, aterrizamos a las 6 hrs. en un Madrid lluvioso y frío, contrastante con los calores primaverales de la Ciudad de México.

Después de acomodarnos en el hotel Asturias, a apenas dos cuadras de la Puerta del Sol, no sacamos la primera de muchísimas fotos grupales con “el oso y el madroño”, emblema de la ciudad y de nuestro Colegio, y desayunamos en las cercanías. Con el fin de no dormir y agarrar pronto el horario europeo, caminamos por la avenida más famosa de Madrid: La Castellana-Paseo del Prado-Recoletos, donde nos tomamos fotos con Cristóbal Colón, la Cibeles, Neptuno y la Puerta de Alcalá. En la Biblioteca Nacional saludamos las estatuas de Nebrija, Cervantes, San Isidoro, Alfonso X y Lope de Vega. A medio día visitamos la pinacoteca Thyssen-Bornemisza, primera enfrentamiento con la abundantísima historia de la pintura que íbamos a ver, donde apreciamos cuadros desde Fra Angelico hasta Andy Warhol. Por la tarde fuimos a la zona de la Plaza Mayor, donde varios comimos en el Mercado de San Miguel. Algunos sucumbimos al sueño y nos dormimos por la tarde, pero otros seguimos callejonenando en los alrededores.

En el segundo día comenzaron nuestras visitas guiadas. Recorrimos Alcalá hasta la Plaza de Toros de las Ventas y su estilo neomudéjar. En el museo Reina Sofía nos vimos cara a cara ante el espectacular Guernica, y la excelente colección de dalís, picassos y mirós. De ahí fuimos al tianguis de El Rastro, y por la tarde visitamos el Palacio Real de Madrid con todo su lujo y boato y la Catedral de la Almudena. El lunes 14 recorrimos el estadio Santiago Bernabéu y su autocomplaciente museo, donde tres de nuestros estudiantes usaron sus camisetas del Barça, sólo por molestar; vimos el Balón de Oro recién obtenido por CR7 y las nueve orejonas del Real. De ahí fuimos al Museo del Prado, donde durante tres horas pudimos apreciar la pintura flamenca y el extraordinario Jardín de las Delicias, el manierismo de El Greco, el barroco español y la obra cumbre de Velázquez: Las Meninas, y por supuesto a Goya, extraordinario pintor-testigo de su tiempo. Por la tarde dimos una vuelta por el templo egipcio de Debod, rescatado de la inundación por la construcción de la presa de Asuán, y la plaza de España donde nos tomamos la foto con

Don Quijote. Durante el ocaso vimos la marcha, o marchamos, con nuestras banderas rojo, gualda y morado, en memoria de la Segunda República Española y con la demanda de la Tercera.

El imponente Escorial fue nuestra primera visita del martes 15, el monasterio-palacio real-biblioteca-basílica-panteón de reyes de estilo herreriano y dimensiones masivas nos admiró, en un día soleado pero de vientos fríos. De ahí partimos a Toledo donde comimos en La Venta de Aires, lugar de reunión de Luis Buñuel, Salvador Dalí, Federico García Lorca y Rafael Alberti. Después de visitar un taller de herrería toledana, subimos a la ciudad donde vimos la Catedral, Santo Tomé, sede de la obra El entierro del conde de Orgaz de El Greco, y la Sinagoga, además de sus sinuosas calles y plazas.

Nuestro día libre lo ocupamos en visitar el recién reinaugurado Museo Arqueológico, donde vimos las extraordinarias piezas que hemos visto muchas veces en nuestras clases de HGLE y HGE: las damas de Elche y de Basa, las falcatas ibéricas, las fíbulas visigodas y la corona de Recesvinto. Después paseamos por El Retiro, y por la tarde nos dispersamos. En la noche la mayoría fuimos a un bar a ver el golazo de Gareth Bale ante el Barça en la final de la Copa del Rey y nos asomamos a los festejos del Real Madrid en la Cibeles.

El jueves 17 tomamos el autobús para ir a Córdoba, donde nos recibió el Guadalquivir (río grande en árabe) y su puente y puerta romanas. Un largo paseo por los alrededores del centro nos llevó a la Plaza Colón, a las torres del León, del Homenaje y del Río, a las murallas, y al Paseo de la Victoria.

Al día siguiente, viernes santo, visitamos el Alcázar y sus jardines, la Sinagoga, el callejón de las flores, y la extraordinaria Catedral-Mezquita con su bosque de columnas, sus arcos de herradura y polilobulados, su impresionante Mihrab y sus altares renacentistas y barrocos, síntesis histórica y artísticas de más de mil años. En la tarde las procesiones propias de este día nos sorprendieron por las calles de Córdoba.

El sábado 19 nos trasladamos a Sevilla y desde el primer día visitamos la Plaza de España y su arquitectura modernista, así como los pabellones de la Exposición Universal de 1929; vimos la Torre del Oro y atravesamos los barrios del Arenal, donde se encuentra La Maestranza, y de la Santa Cruz hasta llegar a la imponente Catedral que visitamos, con la supuesta tumba de Cristóbal Colón, y finalmente subimos a la Giralda. En la Torre del Oro tomamos el crucero por el Guadalquivir desde donde vimos la Isla de la Cartuja, sede de la Exposición Universal del Quinto Centenario del descubrimiento de América, y los modernísimos puentes del Guadalquivir como el de Calatrava. Por la noche fuimos a un espectáculo de flamenco armados de sangrías o coca colas, e incluso alguien se pudo fotografiar con el bailarín principal.

Al día siguiente caminamos nuevamente por el Guadalquivir, fue un día de lluvias; paseamos por el barrio de Triana, regresamos al centro a ver el Archivo de Indias y las grandes tiendas de la Calle Sierpes, subimos a las Setas de Sevilla y, para terminar, los que quisimos pudimos ver la corrida de toros.

Granada nos recibió el lunes 21 y la tarde la ocupamos para descansar y/o lavar algo de ropa. El martes visitamos primero los jardines del Generalife y su estilo renacentista, y la deslumbrante Alhambra donde apreciamos los diferentes estilos de ornamentación como el mocárabe y el Patio de los Leones nos dejó boquiabiertos. Bajamos a pie caminando por los bosques de la Alhambra y regresamos a la Ciudad por la Plaza Nueva. En la noche la mayoría fuimos a un tour nocturno por el Albayzin, donde apreciamos, desde el mirador de San Miguel, la estupendamente iluminada Alhambra y luego fuimos a una cueva gitana con su tablado flamenco ya dentro del Sacromonte.

Una larga caminata nos consumió el miércoles 23, primero al monasterio de los cartujos, barroco que nos hizo recordar México, luego atravesamos la puerta de Elvira hacia la Plaza Nueva, donde comimos, solo para continuar hacia la calle del Darro y visitar los baños árabes y sus bóvedas caladas con estrellas, para volver a subir, ahora a pie, al Albayzin y el mirador de San Miguel, donde pasamos a una pastelería para probar los famosos piononos.

El 24 nos alcanzó para una rápida visita al museo Federico García Lorca, y las últimas compras de pánico. Por la tarde llegamos temprano al Aeropuerto solo para enterarnos que nuestro avión saldría hasta las 11:30 hrs., muy tarde para nuestra conexión a México. Iberia nos recibió en Madrid con pases de abordar para doce horas después y nos alojó en un súper hotel. El viaje de retorno no empezó muy bien, con retraso de otras dos horas y después de 12:00 hrs. más y casi 10 mil km llegamos a México exhaustos.

En nuestro viaje cultural a España, primavera 2014, formamos un muy bonito grupo de estudiantes y maestros, quienes compartimos dos semanas de muchos aprendizajes; largas caminatas; agradables conversaciones; desayunos demasiado austeros, pero comidas y cenas “a la española”; cálidos guías de viaje y operadores de autobús; hoteles buenos y no tan buenos, bien ubicados y no tan bien ubicados; ciudades, todas ellas, hermosísimas, interesantes, llenas de pasado y de presente; y una gran cantidad de lugares para dejar ir la mente y recordar para siempre. Un abrazo a todos los que participamos en esta gran experiencia.

Compártenos

Comments (3)

  • Excelente viaje de cultura y distracción, guiado de la mejor manera posible un regalo excepcional que se les da a los hijos y se recuerda toda la vida, y como padres es una gran satisfacción verlos llegar con su cara de alegría y satisfacción

  • Gustavo López Pardo

    Efectivamente un viaje cultural que combino historia, arte, arquitectura, paisajes y gente. Gran aprendizaje para mi hija y ratifica la confianza en el Colegio. Gracias por esta oportunidad de crecimiento para todos.

  • Francisco Deaquino Vargas

    Magnifico! El viaje cultural fue una experiencia eterna para cada chico llena de conocimientos, convivencia y crecimiento personal, agradecemos esta oportunidad que brindo el Colegio y …. Esperamos mas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *