Entrevista a Lourdes Aguilar Salas en Antena Radio Express por su libro «Óyeme con los ojos. Sor Juana para niños»

El pasado 8 de febrero a las 14:30 hrs, por Antena Radio Express (IMER) fue entrevistada la profesora Lourdes Aguilar Salas (actual responsable de la Biblioteca del Colegio Madrid) por su reciente libro «Óyeme con los ojos. Sor Juana para niños». Este material dedicado a educadores, niños y jóvenes, fue editado por NOSTRA y la Universidad del Claustro de Sor Juana.

Lourdes Aguilar dijo en radio que la selección de los poemas de sor Juana se hicieron de acuerdo a las necesidades lúdicas de los niños y al imaginario mexicano que tuvo la escritora novohispana desde su infancia. Sor Juana tiene versos de arte menor que podemos usar muy bien en las aulas para musicalizar con percusiones, dijo la maestra Lourdes Aguilar. Este libro forma parte de los talleres de verano que la propia profesora ha dado durante varios años a niños del Centro Histórico. La vida de sor Juana la narra en primera persona la maestra Carmen Beatriz López Portillo y las bellas imágenes se deben a la artista española Mónica Serna.

Óyeme con los ojos

 Lourdes Aguilar Salas

¿De dónde surge este proyecto literario infantil?

Nace de la búsqueda de lectores infantiles para sor Juana. El personaje de sor Juana ha creado en su propia imagen, una serie de interrogantes para los lectores más pequeños: ¿cómo era el mundo de sor Juana?

Para descubrir este mundo se deben diseñar puentes de lectura y escritura en los cuales sean los propios niños que descubran el mundo infantil de sor Juana.  Quizá en un mundo tan electrónico cargado de imágenes llamativas en pantallas y juguetes no sea tan fácil llevar a los lectores pequeños a conocer la dimensión de tiempo y espacio en la que creció, se educó y jugó sor Juana.

 Sor Juana también fue niña. Ella se llamó Juana Inés Ramírez de Asbaje, nacida entre los volcanes en el pueblo de Nepantla en el año de 1651. Como muchos niños afortunados tuvo un abuelo que le leyó cuentos o historias de España y de México, también escuchó relatos de lugares lejanos y se imaginó volando con distintas aves en los cielos. Ella nunca dejó su mundo imaginario, por eso fue una gran escritora.

 Todos los jóvenes lectores saben que sor Juana amaba los libros y que eran sus grandes amigos, pero, además de los libros, también se entretenía jugando al trompo y con varios juguetes de madera que la hacían experimentar con formas geométricas y volúmenes todos los cuerpos. Una de las cosas que desde niña observó, fueron los astros y las estrellas en el día y la noche.

Así que sor Juana no sólo leía en el convento sino también se divertía y crecía hasta convertirse en una jovencita muy sabia. Desde siempre supo que le encantaba el conocimiento y tenía sus cuadernos y apuntes que amaba con locura: de matemáticas, historia, astronomía, música y poesía.

 Sor Juana no separaba el conocimiento, para ella era como desmembrar el mundo y entendía la perfección y la armonía del universo en todo, en los números, las letras, las notas musicales y hasta en la comida tan sabrosa que tenían las monjas. Como todo lo bueno no dura toda la vida y a pesar de los cuidados de sor Juana no pudo escapar ella misma de la enfermedad y muerte en el año de 1695.

De esta manera, es este mundo colonial mexicano del siglo XVII, que nos mueve a presentar a sor Juana frente a los niños. Ella tienen mucho que platicar en sus versos, en sus canciones con ritmo, en sus armonías melodiosas con una gran empatía que se saborea palabra a palabra.

 Óyeme con los ojos presenta un material poético que se puede y se debe acercar a los oídos de los niños. Son ellos los continuadores de las palabras llenas de ritmo. La recepción del texto de sor Juana para los niños se traducirá en sonrisas, en ojos llenos de asombro, en dibujos, en cartas escritas por los niños para sor Juana, simplemente en un diálogo actual.