Visita a la exposición El exilio español en la Ciudad de México. Legado cultural.

La semana pasada invité a mis alumnos de quinto semestre de CCH de la materia de España Contemporánea, a visitar este domingo 7 de septiembre a las diez de la mañana la exposición El exilio español en la Ciudad de México. Legado cultural, en el Museo de la Ciudad de México.

Cual no fue mi sorpresa, cuando llegué el domingo temprano que me esperaban alrededor de unos veinte chicas y chicos para acompañarme en este recorrido.

A la entrada, en la mampara que recuerda a la curadora de la exposición, Dolores Plá Brugat, recientemente fallecida, les platiqué de la importancia de esta extraordinaria investigadora para los temas de exilio español en México y la creación del Archivo de la Palabra del INAH.

En la primera sala pudimos apreciar el contexto histórico del exilio y especialmente el apoyo que le otorgó el México de Lázaro Cárdenas a la España republicana, mientras el mundo “democrático” les dio la espalda ante el ataque que recibían del fascismo internacional. Vimos los nostálgicos videos y fotografías del México alrededor de 1940. También emocionante fue ver algunas fotos de la guerra civil de Robert Capa, que nos permitió comentar algo de la legendaria Maleta mexicana.

Camino a la segunda sala, en un enorme mapa e infografía, pudimos ver la magnitud del exilio hacia Francia, las rutas de salida de España, los campos de concentración para los refugiados y los barcos rentados por el gobierno mexicano para traerlos a México, con sus rutas y numero de exiliados. Una fotografía de la legación diplomática de México en Francia nos permitió hablar de la extraordinaria labor Luis Ignacio Rodríguez Taboada y Gilberto Bosques Saldívar para salvar a miles de perseguidos, unos de la España franquista y otros de la Alemania Nazi y de la Francia ocupada, y recordar el espacio dedicado a Don Gilberto frente al gimnasio del Colegio.

Ante la muestra de documentos migratorios y carnets de identidad platicamos de estos “indocumentados” y la enorme confianza con la que México recibió al exilio Español, creyendo en su palabra al reconocerles su formación académica y/o profesional, a pesar de no poderla documentar. Unas pesadas maletas de cuero nos mostraron un poco las difíciles condiciones de viaje.

Caminando sobre el mapa de la Ciudad de México hecho en relieve de madera, donde se indicaban lugares significativos del exilio temprano, y se levantaban fotografías de estos lugares, nos dio mucho orgullo encontrar la fotografía del primer “castillo” del Colegio Madrid. Ahí, en el espacio dedicado a las escuelas del exilio y al Colegio Madrid especialmente, y escuchando un grabación de música cantada por nuestro coro, nos sacamos esta fotografía.

Los siguientes espacios nos mostraron la amplia y extraordinariamente significativa influencia y presencia del exilio español en los ámbitos académicos, culturales, científicos, artísticos y económicos de la Ciudad de México.

En la última sala pudimos ver una instalación collage de fotos de miles de refugiados españoles que nos permitió, una vez más, dimensionar el tamaño e importancia del exilio español en la Ciudad de México.

Me faltó describir muchísimas cosas: videos, audios, fotografías, carteles, publicaciones, documentos, objetos; por lo que los invitamos a visitar esta exposición que estará abierta hasta el primero de enero de 2015.

Ernesto Rico: profesor de CCH

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