ACTE D’HOMENATGE I COMMEMORACIÓ DEL 75é ANIVERSARI DE L’EXILI REPUBLICÁ A PORTBOU I ARGELERS. 1939-2014
PORTBOU, 18 de octubre de 2014
Yo soy mexicano, y tengo la responsabilidad de representar en esta oportunidad a los miles de hijos, nietos y bisnietos de los republicanos exiliados que, dentro de su desgracia, tuvieron la fortuna de llegar a un país solidario como México, que les permitió continuar viviendo dignamente en una tierra de libertad.
Represento también a los miles de niños que estudiamos en los colegios fundados por los exiliados: la Academia Hispano-Mexicana, el Instituto Luis Vives, el Colegio Madrid y otras escuelas creadas en la capital y en diferentes estados de la República Mexicana. Colegios que tomaron el testigo de la Institución Libre de Enseñanza o del Institut Escola, donde además de las materias propias del país nos enseñaban historia y geografía de España, y cada lunes hacíamos los honores a la bandera mexicana y a la bandera republicana, cantando el himno de Riego.
Represento también al Ateneo Español de México, fundado en 1949 -10 años después de la diáspora del 39- para preservar la memoria del exilio republicano y los valores que enarbolaba la Segunda República. Y a otras asociaciones de descendientes del exilio -como la que coordina en Barcelona mi paisana Sonia Subirats, que está por aquí-, asociaciones en las que nos damos a la tarea de mantener viva la memoria de la Segunda República y del exilio que provocó la Guerra Civil Española. Pues como escribió el escritor mexicano Jorge Hernández: la memoria es la patria del exilio. Y la mejor manera de honrar a aquellos exiliados es mantener viva su memoria. Y eso hicimos el pasado 13 de junio en Veracruz, donde conmemoramos el 75 aniversario de la llegada del Sinaia con el primer contingente de 1600 republicanos refugiados. Es así como allá, en México, el exilio es memoria viva.
Pero hubo un exilio quizás peor que el que le tocó vivir a nuestros padres y abuelos, y fue el exilio interior que tuvieron que sufrir los cientos de miles de republicanos que se vieron obligados a padecer la dictadura de Francisco Franco. Hay que recordar que del medio millón de refugiados que cruzaron los Pirineos durante la retirada de Catalunya, cerca de la mitad regresaron a España y se unieron a otros miles de republicanos que no pudieron escapar del horror franquista. Y a ese exilio interior tampoco se le ha hecho justicia. Por eso celebramos este tipo de actos que organiza el Memorial Democratic para recordar la tragedia que vivió este país hace 75 años, y que una transición taimada y timorata intentó mantener en el olvido. Celebramos por ello, también, la labor que realiza el Museu Memorial de l’Exili de La Jonquera.
Agradezco la oportunidad de haber podido participar en este homenaje.
¡Salud y República!
Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funes
Para leer más de su visita a España, favor de ir al siguiente enlace: Diario de Teruel 1 ,Diario de Teruel 2 , Diario de Teruel 3