Cineclub en Primaria

Como parte de las actividades programadas por la Coordinación de Educación Artística el  lunes 15 y el martes 16 de diciembre tuvo lugar la segunda edición de cine club para los grupos de 4º, 5º y 6º de primaria.

La pregunta sobre si las personas somos “¿Iguales o diferentes?” fue el punto de partida de las tres sesiones. Para contestarla, las y los niños de los diferentes grados aportaron sus puntos de vista: que todos éramos diferentes y eso nos hermanaba; que éramos iguales legalmente pero diferentes en personalidad; o que teníamos los mismos derechos y obligaciones, pero diferentes gustos, por lo cual entrar en contacto con las preferencias del otro, del diferente, enriquecía nuestra perspectiva de la vida.

Con estas ideas previas, los grupos de 4º y 5º grado miraron dos cortometrajes:

El primero de ellos fue La niña espantapájaros (Cássio Pereira Dos Santos. Brasil, 2008), donde Luzia, una niña campesina inteligente, perseverante e ingeniosa, consigue vencer la resistencia férrea de su padre a mandarla a la escuela y lograr así, asistir a la misma, tal como lo hace su hermano, pues la escuela no sólo es cosa de hombres.

El segundo material fue Imagina una niña con cabellos de Brasil (Alexandre Bersot. Brasil, 2010) donde la protagonista, cuyo peinado asemejaba la silueta del país sudamericano, debe enfrentar la marginación de la que le hacen objeto sus compañeras de clase, niñas con el cabello de Italia, Alemania, Estados Unidos, Rusia, Japón, Canadá y Reino Unido. En ese caminar, se hermana con compañeras de grupo con cabellos de India y África.

Los alumnos de 4º y 5º opinaron que la marginación de las mujeres ocurre aún en la actualidad en países árabes, pero también puede existir en México, al tiempo que comentaron en torno a la significación de haber nacido en un país al que quieres y donde has vivido y te has formado.

Por otra parte, estudiantes de 6º grado, miraron Habanastation (Ian Padrón. Cuba, 2011), largometraje donde dos niños, uno del barrio marginal La Tinta, y otro del pudiente Miramar, deben aprender a conocerse, respetarse, cuidarse y hermanarse a pesar de las diferencias de clase social. Tras el largometraje, los niños manifestaron sus observaciones en torno a cómo el respeto y la solidaridad pueden ser el eje principal para vencer las barreras entre los diferentes.

Fue así como ocurrió una reunión más en torno a materiales fílmicos que no se programan en circuitos comerciales, y que pueden darnos perspectivas diferentes en torno a asuntos humanos y formativos fundamentales.

Marcela García

Coordinadora del Cineclub

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