Oaxaca 2015

Buscando que nuestros alumnos de 4º semestre se acercaran al conocimiento histórico de las culturas mixteca y zapoteca, que pudieran identificar las principales características de los horizontes clásico y postclásico, que entendieran los procesos de evangelización, sincretismo y mestizaje, que fueran capaces de identificar diferentes biomas y la importancia de conservar especies en un jardín etnobotánico; que convivieran y compartieran con toda su generación, que aprendieran unos de otros, los pasados días 19, 20, 21 y 22 de febrero, salimos de practica de campo al Estado de Oaxaca.

Durante el trayecto, hicimos dos paradas de observación biológica, la primera en San Juan del Río, zona perteneciente al Parque Nacional Izta-Popo, y la segunda en la Reserva de la Biosfera de Tehuacán. En ambos sitios pudimos observar el ecosistema al que pertenecen y su grado de conservación como Área Natural Protegida. Después de varias horas de trayecto llegamos a Montealbán, en donde nos maravilló su gran tamaño, encumbrada en una gran montaña. Ahí pudimos admirar los basamentos con amplias alfardas y tableros con su doble escapulario, las estelas con danzantes y las tumbas en hipogeos.

Ya en Oaxaca comimos en el centro. Deliciosos platillos oaxaqueños como mole negro, rojo o amarillo, tlayudas con tasajo, sopa de guías, ricos chapulines, algo delicioso para cada gusto.

Por la noche acudimos a la Casa de la Cultura a la representación de la Guelaguetza, danzantes de todas las edades, desde niños de 7 años, hasta adultos mayores desplegando una gran talento, siempre ataviados de hermosos y coloridos vestidos bordados a mano.

La mañana siguiente, muy temprano: El Jardín Etnobotánico, ubicado en los terrenos del convento de Santo Domingo, prueba de la mayor biodiversidad de nuestro país, nos muestra además la diversidad de climas, formaciones geológicas y tipos de vegetación que caracterizan a este Estado. Cactus, biznagas, cicadas, ahuehuetes, plantas de chile, calabaza, teozintle, todas originarias de Oaxaca.

Esa misma mañana visitamos Santo Domingo, su templo y su ex convento, sede del Museo Regional de Historia . Ahí pudimos conocer los hallazgos de la tumba siete de Montealbán, con sus pectorales, aretes, cascabeles, besotes y orejeras elaborados con oro, jade, coral y cristal de roca, entre otras muchas piezas.

Por la tarde, un paseo por los puntos más importantes de la ciudad: el museo Tamayo y su colección de arte prehispánico, la Catedral de Antequera y sus espaciosas naves, las sobre pobladas plazas del zócalo, los mercados, el templo de San Felipe Neri, la basílica de la Soledad, entre otros muchos espacios únicos. Terminamos el día con un seminario de biología en donde reflexionamos sobre la biodiversidad de plantas del estado, la importancia del jardín etnobotánico y los usos que damos a estas plantas.

El sábado, Mitla. Llamaron nuestra atención sus tableros con grecas y sus inmensas columnas y dinteles monolíticos. Los profesores de historia enfatizaron en la observación de la forma en que, de una sola mirada se puede apreciar la continuidad de lo prehispánico, lo colonial y lo moderno. De ahí, Yagul, catalogado como monumento natural, nos mostró el arte de la resistencia desde épocas antiquísimas, pero sobre todo el ecosistema preponderante: la selva baja caducifolia. Para terminar nuestro recorrido histórico, Dainzú y Lambyteco, pequeños sitios arqueológicos en los que destacan, el juego de pelota, los masarones y las figuras en relieve.

Antes de comer, visitamos el árbol del Tule, con más de 2000 años, nos muestra como el ser humano es capaz de modificar un ecosistema y cómo un individuo es capaz de sobrevivir ante tanta adversidad.

Una rica y abundante comida para después visitar, al sureste de la Ciudad de Oaxaca, San Jerónimo de Tlacochahuaya, obra de los dominicos, representa un convento con maravillosas pinturas al fresco, elaboradas todas, por un solo hombre. En su parte superior, un pequeño y hermoso órgano tubular de fuelle. De ahí, al hotel, a gozar de un tiempo libre antes de iniciar nuestro seminario de historia por la noche.

Ya el domingo, emprendimos el regreso, no sin antes visitar los conventos de Yanhuitlán, construido sobre un basamento prehispánico y con la nave más alta de México y Teposcolula y la incomparable capilla abierta de estilo gótico.

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