Campamento de 4º y 6º de primaria. Una aventura llena de emociones.

El pasado 26 de febrero los alumnos de 6° de primaria, cargados de maletas, pero sobre todo de emociones, partieron al campamento Ícaros, ubicado en Valle de Bravo. Bastó con abordar el camión para que los cantos y juegos se hicieran presentes, el entusiasmo se incrementó cuando llegaron al campamento.

Las expectativas e ilusiones de cada uno de los niños se fueron cumpliendo con la gran variedad de actividades;  fuerza, destreza y coordinación eran necesarias para algunos retos, el trabajo en equipo y la colaboración se pusieron en juego para las actividades, las porras y la sana competencia se hacían presentes cada instante.

Sin duda alguna, uno de los momentos que más disfrutaron fue el circuito de agua que incluía un lodogán, lucha en lodo, globos con agua, esponjas y mangueras. La fogata permitió un espacio de reflexión, pero también de risas y expresión, ya que cada equipo presentó un show que prepararon previamente. La última noche bailaron y cantaron en la “Disco”, seguida de unos ricos bombones asados en una pequeña fogata.

Después de 3 días, con una actitud positiva, una mirada diferente, muchos aprendizajes y nuevos amigos, los alumnos de 6° regresaron de su último campamento como niños de primaria.

Como cada año, los alumnos de 4° de primaria salieron de campamento, en esta ocasión a Rancho Viejo, en Temascaltepec, Estado de México.  La primer parada fue en un planetario, el ánimo de los niños aumentaba conforme se acercaban a su destino y cuando por fin llegaron, se sorprendieron con la magia de aquel hermoso lugar. Guiados por un zikal, cada equipo se dirigió a su cabaña para organizar sus pertenencias y empezar a disfrutar de las actividades.  Los juegos se realizaron en las diferentes zonas que puede ofrecer un lugar inmerso en la naturaleza, siempre buscando fortalecer el trabajo en equipo y  la sana convivencia.

Tuvieron la oportunidad de enfrentar sus miedos en la tirolesa, compartir risas, cantos y bombones en la fogata, convivir entre pasos de baile en la disco, divertirse con actividades de agua y formar nuevas amistades.

A su regreso al colegio, los alumnos reflejaban todas las emociones y aprendizajes que una experiencia tan maravillosa les podía dejar.