Ofrenda de día de muertos
Así, Frente a la muerte hay dos actitudes: una, hacia adelante, que la concibe como creación; otra, de regreso, que se expresa como fascinación ante la nada o como nostalgia del limbo. Octavio Paz, El laberinto de la soledad.
Hace 33 años que el Colegio Madrid realiza su festejo de día de muertos con la instalación de ofrendas en la Unidad Cultural Lázaro Cárdenas. Es uno de los eventos con más asistencia de familias, sólo después de la tradicional verbena. El día de la inauguración, el 28 de octubre, calculamos que 1500 personas acudieron a ver las ofrendas y compartir el tradicional pan de muertos y el chocolate caliente, a pesar del mal tiempo.
La lluvia nos jugó una mala pasada, pero con el apoyo del personal del Colegio, pudimos habilitar el gimnasio que se llenó de niños disfrazados y familias entusiasmadas con el espectáculo teatral y con las mojigangas de calavera.
La entrada y salida de la Unidad Cultural se adornaron con arcos de flores alusivos a la celebración del 75 aniversario del Colegio. Como siempre las ofrendas tuvieron una gran calidad escenográfica, llenas de colores, flores de cempasúchil y pata de león, papel picado, alimentos, música, fotografías y objetos de la vida cotidiana, para que nuestros muertos compartan con nosotros los placeres de los sentidos: vista, olfato, gusto, tacto y oído.
No podía falta una ofrenda en homenaje a José Guadalupe Posada; otra a los Refugiados españoles, que mostraba al Sinaia y el tránsito de la España Republicana al México cardenista; otra en honor a los migrantes sudamericanos, también raíz del Colegio Madrid; una más de migrantes, pero aquellos que se suben a “la bestia” en la búsqueda de una oportunidad de vida digna; Los Albañiles de Vicente Leñero también fueron recordados; Joan Sebastian, cúspide de la canción vernácula; entre otras.
En estas semanas los chicos de todos los grados han podido visitar las ofrendas y “leer” los conceptos que estas nos transmite de manera iconográfica. Sincretismo y mestizaje se hacen evidentes a nuestros ojos en esta singularísima fiesta que sólo entendemos los mexicanos.