Salida a la reserva de la Biosfera Tehuacan-Cuicatlán
De los días 9 al 13 de noviembre los estudiantes del módulo Desierto de tercero de Secundaria junto con los profesores Rosa Elena Tovar, Manuel Suárez y Rafael Solís asistimos al municipio de Zapotitlan Salinas perteneciente a la Reserva de la Biósfera Tehuacan-Cuicatlan.
Nuestra visita exploró desde los aspectos culturales de la cultura popoloca, asentada hace 1300 años en la región, a través de las técnicas ancestrales en la fabricación de figuras de barro, los aspectos naturales a través de los recorridos por el Jardín Botánico Helia Bravo Hollis, los fósiles cretácicos de Santa Ana Teloxtoc y el bosque de los Sotolines, y también los aspectos económicos a través de la visita a las salineras, las canteras y los talleres de ónix.
El municipio de Zapotitlán Salinas es muy rico en estos recursos porque durante el Cretácico esta porción del país era un mar somero donde pudimos observar una gran variedad de corales, espículas de equinodermos y bivalvos. Este mar desapareció de la región a inicios del Cenozoico con la formación de la Sierra Madre Occidental y el plegamiento de la Sierra Madre Oriental sin embargo, no solo nos deja evidencia de su presencia a través de los fósiles de Santa Ana Teloxtoc sino también a través de la gran abundancia de ónix y las salineras. Estos dos últimos recursos han sido el sostén de la comunidad.
Durante la salida probamos los sabores únicos del desierto: arroz con cacayas (flores de maguey), pechuga rellena de tetechas (flor de cactus), jamón y queso bañado en una salsa de cocopache (chinches) con chile, agua de garambullo (fruto de cactus), como aperitivo unos deliciosos cuchamá (orugas) y como postre paletas de hielo de garambullo, pitaya, pitahaya, xiotilla, xoconostle, etc.
Puedo decir sin lugar a equivocarme que después de convivir 5 días con ellos uno genera vínculos más estrechos, se encariña y lo que más desea es saber que consiguió su objetivo, que fuera un lugar para aprender de otra forma pero sobretodo un espacio para generar vínculos estrechos como grupo y divertirse. En campo se viven cosas únicas pero como siempre lo he dicho, lo que pasa en campo, se queda en campo.
Rosa Elena Tovar