Bestiarios y los naturalistas literarios

Algunos podrían pensar que tenemos varias escuelas en una. Y es que el Madrid es tan grande y nosotros tan ocupados, que por momentos no nos tomamos el tiempo de notar que podemos trabajar juntos, aunque las edades de nuestros alumnos y las materias que damos sean distintas. El módulo Interacciones Ecológicas, de tercero de secundaria, se trata de explorar a través de la mirada de la evolución, muchas de las historias que conforman a la naturaleza. Se habla de ciencia, pero también de muchas otras cosas, tan variadas que incluso caben en ella aspectos que no parecieran tener relación alguna. El arte y la literatura, entonces, también forman parte de todo esto, y por ello decidimos llevar a cabo una actividad que relacionara ambas disciplinas, a partir de un trabajo conjunto entre dos materias de distintas secciones.

En el módulo elaboramos un bestiario similar a los que muestra la tradición medieval; los alumnos de tercero construyeron bestias únicas fusionando con creatividad distintas partes de animales reales a partir de ilustraciones e imaginando cómo serían las conductas y relaciones de éstas en la naturaleza, si existieran. Después de eso, Citlalli, maestra de TLRIID de Bachillerato, nos ayudó a nombrarlas como especie a partir de una clase breve de etimologías, en la que construimos los nombres científicos de esos animales imaginarios según sus características. Posteriormente, sus alumnos del grupo 2030 de bachillerato tomaron como punto de partida esos animales, y a partir del significado de su nombre científico y aspecto, emplearon recursos narrativos o descriptivos para elaborar una aproximación literaria de cada uno. Así, la construcción de bestiarios, la creación literaria y hasta un poco de etimología y taxonomía se mezclaron en una serie de clases con el trabajo conjunto de alumnos de secundaria y bachillerato, en materias que al parecer no son tan afines y sería difícil conectar. Al final, obtuvimos resultados muy interesantes a partir de este ejercicio en el que, tomando los bestiarios de pretexto, jugamos a ser naturalistas y un poco poetas.

Manuel Ochoa

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