Segunda parte del intercambio
La segunda parte del intercambio transcurrió en el El Colegio Estudio en Madrid, dos semanas en las que los estudiantes mexicanos convivieron con los chicos españoles. Dos semanas en las que los estudiantes de ambos países descubrieron nuevas formas de convivencia y por supuesto tuvieron la posibilidad de conocer en la práctica un modelo de enseñanza distinto al del Colegio Madrid. Los estudiantes mexicanos asistieron a las clases y participaron de manera activa en éstas, formaron parte de los grupos y conocieron a quienes serían sus compañeros de salón.
En esta segunda etapa todos los estudiantes, igual que en el Colegio Madrid, expusieron los distintos temas que investigaron entre los meses de noviembre y enero, frente a las distintas clases debatieron sobre los acuerdos y diferencias culturales entre México y España, cabe destacar que todas las exposiciones hicieron las veces de un espacio de confluencia bicultural que además sirvieron para estrechar los lazos de amistad.
Durante nuestra estancia en el Colegio Estudio tuvimos tres salidas y cada una de ellas representó un aprendizaje importante, dado que le mostró a los chicos mexicanos una parte del Colegio y por supuesto de España. La primera de ella fue a la Institución Libre de Enseñanza (ILE), ahí vimos una exposición sobre los orígenes del colegio Estudio, que son orígenes compartidos con el Colegio Madrid. Nuestra siguiente parada fue el Museo del Prado en donde los estudiantes mexicanos vieron de cerca muchas de las obras más importantes de El Bosco, Tiziano, El Greco, Rubens, Velázquez o Goya, entre otros. La cara de asombro y sorpresa de los chicos cuando estaban, por ejemplo, frente a “Las meninas”, fue sin duda de las experiencias más valiosas del intercambio. Después de la visita al Prado hicimos un recorrido a pie por algunas de las calles del centro de Madrid, ésta terminó en una churrería tradicional en donde algunos estudiantes dieron un discurso sobre su experiencia en este intercambio. Cabe destacar que si bien lo académico fue el motor de este viaje, no podemos dejar del lado el aspecto emotivo entendido como una experiencia de vida para todos. Nuestra última parada fue Toledo, un lugar bellísimo por el que los chicos caminaron y aprendieron sobre la arquitectura, historia y cultura, por si fuera poco el clima de ese día fue absolutamente favorecedor para nosotros, pues salió el sol y no hubo lluvia, fue sin duda un gran cierre para el intercambio.
En suma, esta experiencia encierra aprendizaje y experiencias que es difícil resumir porque cada uno de los estudiantes tiene una historia sobre este evento, al final el común denominador es la complicidad, amistad y aprendizaje producto del intercambio. Vale la pena no dejar de mencionar el trabajo de todos los profesores que participan en él, desde el papel entusiasta de las direcciones de las secundarias, hasta la tutela y guía de cada uno de los maestros que conforman el grupo de trabajo, pues la interdisciplinariedad es un elemento fundamental que enriquece y suma: química, historia y lengua son las tres disciplinas que se ocupan de generar un acercamiento a algunos de los aspectos más emblemáticos de ambas culturas.
Así entonces el intercambio 2015-2016 fue un éxito y una experiencia enriquecedora en muchos sentidos, ésta fue producto del trabajo en equipo y del entusiasmo por lo académico y por aquello que suele rebasar lo meramente académico.