Una mirada desde la Tierra hasta el espacio por la opción A.

Lo que nuestros alumnos aprenden no se queda entre las cuatro paredes de un salón, siempre se busca que conozcan más allá, que cuestionen y corroboren lo que se ve en clase, por ello en el mes de febrero los alumnos de opción A visitaron algunos laboratorios de investigación de la UNAM.

El recorrido empezó muy temprano a través de un camino rodeado de cactáceas, debido a que tuvimos que cruzar el jardín botánico para poder llegar a la Mesa Vibradora del Instituto de Ingeniería, la razón es porque este laboratorio está construida de manera que los movimientos externos no interfieran con los experimentos que ahí se realizan, ya que uno de sus objetivos es simular sismos de diferentes intensidades de manera controlada para estudiar la respuesta dinámica de diversas estructuras, entre otras cosas. Se nos explicó cómo funcionaba y se mostró algunas estructuras que han sido probadas ahí, como por ejemplo modelos parecidos a algunas construcciones que sufrieron daños en el terremoto del pasado 19 de septiembre, tanto en la CDMX como en Oaxaca, y hasta para ver cuál es la intensidad máxima que resistiría el segundo piso del Periférico.

Réplica de una iglesia en el estado de Oaxaca, sometida a temblores después de una restauración.

Luego nos dirigimos al Instituto de Ciencias Nucleares, para girar nuestra mirada a las condiciones que debían existir en la Tierra primitiva. Nos mostraron los experimentos que tratan de recrear la atmósfera cuando se originó la vida, pero lo maravilloso de estas investigaciones es que no solo ven hacia el pasado, sino también miran el presente y el futuro, porque este laboratorio forma parte del grupo del Dr. Rafael Navarro, quien colabora en la misión del Mars Science Laboratory de la NASA. Él identificó los errores de antiguas misiones que se habían enviado a Marte en la obtención de materia orgánica, proponiendo una forma correcta de obtener muestras y analizar el suelo marciano.

Y como ya se estaba hablando de la vida, pues que mejor que visitar un laboratorio donde se esta trabajando en la formación de sistemas poliméricos inteligentes para que liberen de forma controlada los fármacos, y sea el tratamiento del paciente completamente localizado.

Pero, todos estos laboratorios al final de cuentas trabajan con átomos, los cuales presentan una determinada energía cinética que se va a ver reflejada en una propiedad que todos conocemos, la temperatura. Pues bien, finalmente conocimos un proyecto donde esta energía cinética, es decir, la velocidad de los átomos la reducen muchísimo, tanto que han llegado a obtener átomos fríos. Ahí se nos explicó que esto se logra empujándolos con un rayo láser, bueno, con varios rayos de manera que terminan atrapando y restándoles velocidad a los átomos. Y hasta nos enseñaron una foto donde pudimos ver una nube de átomos cayendo, como cualquier otro objeto macroscópico.

Todo esto aprendimos inmersos en las palabras que nos brindó el Dr. Fabio Colle sobre supernovas, estrellas de neutrones y rayos gamma y cómo se detectan usando el Laboratorio Nacional HAWC de rayos gamma, que ésta dentro del Parque Nacional Pico de Orizaba, México, y que es único en el mundo. Lo que nos brindó una grata experiencia. Así como la oportunidad de poder ver increíbles aplicaciones de lo que hemos aprendido en CCH.

 
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