Todo inicio esta marcado por un cierre, alfabetización 2018-2019.
El Proyecto de Educación con Adultos y Alfabetización cierra un ciclo y comienza otro. El pasado jueves 8 de noviembre inició la precampaña 2018-2019 con la intención de regresar a la comunidad de Mazacoatlán en la Sierra Norte de Puebla durante el verano de 2019. Nos dio mucha alegría recibir a nuevas(os) integrantes y re-encontrarnos con los alfabetizadores en un nuevo comienzo. En el proyecto, todo nuevo inicio esta marcado por un cierre, los ahora ex-alfabetizadores se despiden del proyecto y nos recuerdan que la esperanza se construye con amor:
Oscar Amortegui: Querida Alfabetización 2017-2018:
Si ven nuestras figuras en la niebla, ¿significan algo para ustedes? ¿Tienen algún peso? ¿O resultan contornos borrosos, o espejismos opacos, o retazos traslúcidos, de aquello que fuimos (o qué queríamos, o creíamos ser)?
A primera vista, podría parecer innecesario emplear más palabras para nuestro adiós. Sin embargo, conscientes de que nada está completo, siempre tendremos cosas que decir, personas y recuerdos de los que debemos despedirnos, puesto que aquello que te construye de forma tan integral merece todos los fonemas del mundo.
Ydalid Melo: Las despedidas son un proceso de cierre, cada quién lo vive distinto y desde distintos ángulos, los últimos momentos de este año han sido parte de ese proceso de cierre para nosotros, no sólo de este año en la Alfabetización sino como parte del todo que es el proyecto, la Alfabetización del Madrid en su totalidad. Ésta vez no sólo nos despedimos de éste grupo en particular sino de todo el recorrido, por eso resulta especialmente conmovedor, algunos nos despedimos de ser alfas del Madrid por 1, 2, 3 o 4 años.
Tamara Garduño: Muchas veces nos cuesta cerrar ciclos pues todo lo que empieza como casualidad termina siendo una elección, una convicción, y sobre todo un acto de amor. Qué más quisiéramos que abrazar el tiempo y transformarlo a nuestro gusto. Congelar el momento y repetir esos instantes en los que amamos la vida. Pero no, porque decir adiós también es crecer. Aunque sepamos que de tantas veces que vuelves se te hace más difícil encontrar la salida. Ahora, dejen que sus semillas resuenan en la piel, siembren colores, renombren constelaciones, germinen una voz. Cántenle a la tierra, a la tierra que resiste. Escuchen aquellas raíces que cuentan historias. Y tomen en cuenta que para seguir creciendo a veces hay que parar, repensar la lucha, regar un respiro y después continuar hasta por fin tener flores olor a soberanía. Que todo lo aprendido no se quede sólo aquí, nunca dejen de indignarse, de gritar, de crear, pero sobre todo nunca nunca se olviden de construir desde el amor.
Clara López: Recordemos esa noche en vela en la que intercambiamos palabras que intentaban ser un adiós; entonces sabíamos que por más que nos tardáramos despidiéndonos, el sol saldría para hacer más real que nunca, el final tan temido y para nuestra generación no sólo el final de la campaña, sino el final de todo: un adiós casi forzado. Y con todo ese dolor, está también la sensación de que en quienes somos ahora, están impregnados todos los peces de hielo que comimos, todas las clases que compartimos y planeamos, todas las risas, todas las crisis, todas las lágrimas, todas las canciones, todo…
Teodora Espinosa: Hace unas lunas apareció por ahí una cita que nos recordó a ustedes, a nosotros, al proyecto. Y en el constante pensamiento y en la dificultad de cerrar sólo con palabras todo lo que hemos compartido en este precioso espacio de lucha, la cual seguiremos compartiendo y combatiendo pero desde distintos espacios y movimientos, me parece un recordatorio muy valioso y significativo, y una bonita manera de despedirnos, que después de todo es parte de este ciclo que elegimos, vivimos y amamos.
“Nunca duden que un pequeño grupo de ciudadanos pensantes y comprometidos pueden cambiar el mundo. De hecho, son los únicos que lo han logrado.” Margaret Mead
Les abrazamos en cada pedacito de tierra, pero abrácense también ustedes para que en donde caminan juntes no falte amor que resista y empuje esta lucha.
Luz Saavedra: Les compartimos algo que escribió de joven una maestra de la facultad: “Yo quería conocer un grano de arena. Primero medí mi grano de arena. Lo miré, lo olí, sentí y escuché por largo rato. Al final, me convertí en un grano de arena”.
El proyecto no está en las personas que lo forman, sino en las relaciones entre ellas. Así, como dijo alguien en la noche de las despedidas en la que nos alcanzó el día: “aprendemos normalmente lo que no se dice”. Aquí aprendimos a albergar la esperanza.
A veces, la intención de conocer es el más grande acto de amor.
Ximena Rojas: Alfabetización es, será y ha sido siempre algo más que una experiencia. Va más allá de qué rostros la conforman y qué corazones le dan vida. Sabemos que este proyecto es mucho mayor que nosotros, su lucha existe en otros espacios, la esperanza vive en todos quienes hemos podido encontrar la otredad en el mundo y escuchar su alarido.
El palpitar de todo un grupo comprometido, indignado, desgarrado, pero, sobre todo, un grupo que ama y que lucha, ha resonado siempre por los pasillos del colegio, ha discutido a Freire en los recesos, ha derramado lágrimas en compañía, ha pasado noches en vela, ha teorizado y ha planeado clases en las mesas rojas, o quizá tenían otro color hace 30 años.
Hemos tejido juntos lo que este proyecto es: esperanza, velas en un mundo sin luz, estrellas en un mundo sin cielo. Y aunque nuestras voces pasen al recuerdo, sabemos que los ecos de nuestros pasos retumban en la memoria de alfabetización, siempre viva, sonámbula.
Demián Garibay: Y aunque nada pronto vaya a cambiar, dejar de luchar nunca sobrará.
Martín Zarauz: Nos llena de mucha esperanza ver cómo crecen y florecen los procesos comunitarios y los que creamos individualmente, pero si hay algo que nos llena de esperanza es ver cómo todos y todas ustedes se comprometen con el mundo, con el cambio y con la humanización y cómo es que nos hacen formarnos como unos seres humanos, incompletos, sí, pero con mucho aprendizaje y con mucho que dar, con frustraciones a las que hacerle frente, amor que entregar e injusticias que transformar. Vivir estos procesos es siempre muy duro y en ocasiones desesperanzador, pero agradecemos tenerles para recobrar el amor y la esperanza en un mundo que llora por su deshumanización y que parece siempre muy difícil de transformar, pero gracias a estos dos meses es más claro que nunca que con personas como ustedes es posible aspirar a un mundo humanizado y de constante liberación, en donde no es difícil amar.
Tenemos mucha confianza como grupo en que ustedes y las personas que se unan a su causa harán que los lazos y el trabajo que hicimos este verano se repiense y se lleve a un lugar que construyan con la comunidad a partir del amor que ustedes le tienen a lo que hacen y el interés que ambos tengan, y que si sale de su corazón será sumamente valioso para todas las personas que trabajen en él.
Hay casas que nunca quisiéramos abandonar, son cajitas de recuerdos que cuesta trabajo soltar, porque sabes que podrías recolectar aún más risas, bailes, voces y amores. Dejar el hogar en el que has cosechado tu voz y pensamiento es doloroso simplemente porque vas caminando queriendo alargar el corazón.
Jazmín Soto: La alfabetización les ha dado y les seguirá dando muchos golpes que probablemente no puedan removerse nunca, pero si algo nos han enseñado esos golpes y el constante intercambio con personas indignadas, pero llenas de amor por transformar una realidad que les permite vivir bien, es que a partir de toda esa frustración y enojo siempre se puede construir una fuerza transformadora, siempre y cuando se haga con amor y pasión. La alfabetización puede que siempre sea un constante recordatorio de lo mal que está el mundo y lo difícil que es cambiarlo, pero también te recuerda que siempre va a haber con quién hacerlo y con quién amar lo que haces, y esa es a mi parecer, su enseñanza más valiosa.
No siempre tendremos este rostro o estos ojos que miraron el verano, ni estos brazos con los que les abrazo, pero sé que si algo es constante es el cambio.
Leemos este poema (escrito originalmente en la lengua Mè’ phàà, por H. Malina) y lo leemos una y otra vez, porque al interpretar las palabras lo único que vemos, somos nosotros ante ustedes:
“La primera lluvia
Como dijo la abuela:
Si he de irme
con las primeras lluvias,
me llevaré tu silencio
y tus ojos,
para que tú brotes palabra,
brotes corazón.
Hace muchas lluvias que se fue,
yo sigo raíz,
sigo semilla que no brota”
Pero en cambio, Alfa siempre brota y florece cada verano, permanece incluso después de tres años de preparatoria. Lo más importante para nosotros, que queremos que recuerden, es que Alfa siembra pensamiento y cosecha voz, y solo se escucha a través de la colectividad. Sabemos que este año y todos los siguientes trabajarán fantásticamente, si les deseamos algo es que se indignen por todo lo que inunda las noticias y se enfurezcan cada que escuchen una injusticia, que sea esa indignación lo que les recuerde por qué siguen en este proyecto, y si algo esperamos de ustedes es que se siembre en su lengua la libertad.
Valentina Morfín: Sin duda, Alfa es como es espacio chiquito que por dentro está lleno de cosas enormes y de personas con corazones gigantes. Gracias, por compartir ese espacio con nosotros y por construirlo a cada paso. No cabe duda, que esta campaña fue dura, pero con el amor y el compromiso salió a flote y eso es de las casos más valiosas.
Sigan apropiándose del proyecto y contagien ese amor y pasión, que sólo ustedes conocen, a las nuevas alfas . Hagan que cada campaña sea como la primera. Nunca olviden lo importante que es la educación popular y sobre todo, la importancia que tiene el trabajo que están haciendo.
Sinceramente, esta despedida no es nada fácil para nosotros, pero estamos seguros de que todas estas palabras están plagadas de amor y de esperanza. Sólo nos queda encontrarnos en otra trinchera, para seguir luchando juntos desde el amor.
Trabajen muy duro en todo lo que hagan; aprovechen cada rincón de Mazacoatlán y de las comunidades que siguen; apapachense mucho; construyan y deconstruyan el proyecto cada vez; aprópiense de sus espacios educativos (y de la palabra de Freire jeje) pero sobre todo, aprendan. (y no nos olviden)
Eduardo Fuentes: «Para concluir, quiero decirles que como educador, como político, como hombre [ser humano] qué piensa la práctica educativa, sigo profundamente esperanzado. Rechazó el inmovilismo, la apatía, el silencio. […] No estoy esperanzado por capricho sino por imperio de la naturaleza humana. No es posible vivir plenamente como ser humano sin esperanza.
Conserven la esperanza” Paulo Freire
Hasta la victoria siempre, compañeros.
Opción 2017-2018 les quiere.
Adriana Martínez Beltrán
Preciosos escritos de una preciosa experiencia. La alfabetización duele y nutre, quizá porque es una profunda experiencia de amor y esperanza.