¡Uno para todos y todos para uno!

A partir del 14 de febrero recibimos de manera presencial a aquellos niños que por circunstancia de la pandemia no se habían presentado físicamente al Colegio. Cabe recordar que algunos otros ya asistían al mismo. Esto significó el ser partícipes de un nuevo reencuentro, en el que nos sentimos parte de un todo, parte de un grupo que se vio dividido.

Si bien es cierto que en el trabajo a distancia nuestros pequeños desarrollaron habilidades y aprendizajes de todo tipo, consideramos que el trabajo presencial permite que en su conjunto, nuestros alumnos identifiquen rutinas de trabajo y de estudio muy importantes en la formación de hábitos, en su autonomía y en la resolución de situaciones que le causan conflicto.

La interacción entre ellos, así como el intercambio de ideas favorece la socialización. Escuchar y compartir opiniones forma parte de este proceso. Las dudas o necesidades que puedan presentar se resuelven al momento y no es necesario esperar mucho tiempo para que esto suceda.

En su ambiente escolar el desarrollo de nuestros niños es más dinámico, aprenden a resolver problemas, a conocer sus emociones y a identificarlas en los otros, se respetan y respetan todo lo que les rodea, se genera y fortalece la confianza en sí mismos.

Las actividades que desarrollan en el día a día, al interior del Colegio, les permite explorar poco a poco su mundo, su capacidad de asombro, de crear, de experimentar, de inventar.

Sin perder de vista la importancia de respetar siempre las medidas sanitarias y los protocolos de seguridad para todos los miembros de nuestra comunidad, hoy estamos unidos, reconociendo ese sentido de pertenencia que nos hace cuidarnos y cuidar a los que nos rodean.