Tlaxcala 2014

Los pasados 14 y 15 así como 21 y 22 de febrero, en dos viajes, nuestros alumnos de segundo semestre de bachillerato realizaron su práctica de campo a Tlaxcala 2014, con el fin de que analicen histórica y sociológicamente, mediante la observación directa in situ, procesos culturales complejos como conquista, colonialismo, evangelización, migración, mestizaje, sincretismo y aculturación; específicamente en los procesos de conquista, evangelización y colonialismo en Tlaxcala; así como de que revisen el proceso de producción y distribución del pulque y el queso y su importancia económica y cultural en México.

El primer día fuimos a los sitios arqueológicos de Cacaxtla y de Xochitécatl, donde vimos con mucha claridad los fenómenos de migración, mestizaje y sincretismo que se dieron durante el epiclásico mesoamericano y que se ven en sus murales y edificios; conceptos que se fortalecieron al bajar al santuario de San Miguel del milagro y ver la extraordinaria “coincidencia” iconográfica entre el mural del guerrero en Cacaxtla y el San Miguel católico del santuario.

Siguiendo la revisión de estos conceptos nos dirigimos al centro de Tlaxcala, donde visitamos San Francisco, de estilo plateresco y que mezcla elementos mudéjares, especialmente el artesonado del techo, góticos como las nervaduras de la capilla abierta, renacentistas en su fachada y arcadas, e indígenas como el cempasúchil, también en la capilla abierta. Desde el atrio, dominado por la torre campanario excéntrica, también pudimos ver la famosa plaza de toros Jorge Aguilar “El Ranchero”.

Al final de ese día vimos los murales del Palacio de gobierno, monumento al chauvinismo tlaxcalteca, ejercicio interesante porque nos obliga a reconocer (y cuestionar) nuestro propio patrioterismo, así como la existencia de discursos regionalistas paralelos, y con frecuencia contradictorios, al discurso nacionalista mexicano al revisar y confrontar diferentes versiones de la historia (oficial).

Después del seminario nocturno, donde discutimos los temas vistos, y del necesario descanso, visitamos la basílica de Ocotlán y el camarín de la virgen, espacios contundentes del barroco estípite mexicano, y que nuevamente nos pone frente a versiones, variantes, paralelismos y contradicciones entre los discursos nacional y regionales, al comparar los mitos de las apariciones de la Virgen de Guadalupe y de la Virgen de Ocotlán.

La visita al Taller escuela de platería de Eva Martínez nos introdujo a la producción artesanal, en un mundo dominado por las fábricas, y la técnica de cera perdida, antiquísima en su concepto y moderna en su realización. El taller de elaboración de quesos nos presentó otra vez la dicotomía taller-fabrica y pudimos ver el proceso de elaboración de un producto que está casi todos los días sobre nuestras mesas.

En la hacienda pulquera nos remontamos una vez más a nuestro pasado remoto para ver el proceso de producción del pulque, presente a lo largo de toda nuestra historia, pero que hoy tristemente está cerca de su extinción. Ahí mismo comimos deliciosos alimentos preparados en hojas de mixiote y cocidos utilizando pencas secas como combustible, acompañados de curados de apio, guanábana o fresa ¡inigualable!

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