Actualización docente para la Sensibilización e identificación del TDAH, dislexia, disgrafia y discalculia en el aula

¿Sabías que de acuerdo con la OMS aproximadamente el 8% de la población mundial padece TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)?

Pero ¿en qué consiste este trastorno y cómo podemos identificar indicadores de su presencia en nuestros alumnos? Esta y otras interesantes preguntas acerca de los trastornos de aprendizaje fueron resueltas durante la semana del 8 al 12 de enero de este año que comienza, ya que durante la misma tuvo lugar en nuestro colegio el curso “Sensibilización e identificación del TDAH, dislexia, disgrafia y discalculia en el aula”, a cargo de la Mtra. Claudia Sánchez Sánchez, como parte de la capacitación y actualización que brinda la DGIRE a las instituciones incorporadas a la UNAM.

En este curso, que contó con una animada participación de docentes del bachillerato, aprendimos las características y funciones de las áreas del cerebro involucradas en los problemas que pueden surgir durante un neurodesarrollo atípico, en el cual se encuentra la población denominada como neurodivergente, y que abarca a personas ya sea con TDAH, trastornos de aprendizaje como la dislexia, disgrafía y discalculia, autismo y trastornos del lenguaje.

Se tuvo la oportunidad de aclarar algunos elementos importantes como el hecho de que el TDAH se caracteriza por una combinación de la dificultad para poner atención (TDA: trastorno por déficit de atención), y la impulsividad y la hiperactividad (TDAH: Trastorno de Hiperactividad e Impulsividad), aunque se aclaró que estos dos trastornos pueden ocurrir de forma separada. Entre los principales indicadores para identificar cualquiera de estos trastornos se encuentran la incapacidad para poder permanecer quietos, perder cosas con frecuencia, no medir riesgos, dejar tareas incompletas, conducta nerviosa, procastinación, agresividad y el olvido de órdenes e instrucciones entre otros.

Se aclaró también que, aunque los docentes no estamos capacitados para diagnosticar ninguno de estos trastornos, somos fundamentales para detectar posibles indicadores y canalizarlos a tiempo con el área de orientación, pero también que tenemos una parte muy importante en la atención de los alumnos que ya tienen un diagnóstico oficial de cualquiera de estos trastornos. Entre las acciones que podemos llevar a cabo para mejorar la calidad educativa de estudiantes neurodivergentes están el identificar tanto sus fortalezas como áreas de oportunidad, no estigmatizarlos ya que no son flojos ni le “echan menos ganas”, en su lugar, debemos esforzarnos por comprender su dificultad y tratar de integrarlos al grupo en función de sus capacidades, siempre en colaboración con el área de orientación.

El curso cerró magistralmente con la participación del Dr. Carlos Raúl Zenteno Robledo, psicólogo especialista en modificación conductual y la Dra. Mtra. Elizabeth Dávila Sánchez neuropsicología infantil y adolescente, quienes aclararon todas las dudas que se acumularon hacia el final del curso.

Luis Miguel Ángel Cano Padilla

Bachillerato CCH

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