Práctica de campo a Oaxaca

En Oaxaca la interdependencia del medio ambiente y la cultura tiene expresiones muy especiales y poderosas, produciendo una geografía física y humana intrincada y exuberante.

Los grupos de Opción A y D hicimos nuestra práctica de campo final de opciones a la ciudad de Oaxaca y alrededores entre el 11 y el 15 de marzo pasados. La Opción D comenzamos nuestro periplo en la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, con sus extraordinarios tetechos, biznagas, magueyes, agaves y nopales, más de 80 especies de cactus, de los cuales 20 son endémicos. Son sorprendentes las diversas formas adaptativas para conservar la poca agua que llueve durante el año, como las espinas, las hojas suculentas, los troncos que hacen fotosíntesis, etcétera. Después de comer antes de nuestro arribo a la ciudad de Oaxaca se demoró un par de horas por un deslave en la autopista.

Mientras tanto, con la opción A fuimos al INAOE (Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica) donde tuvimos la oportunidad de ver el funcionamiento de distintos telescopios que han sido parte de la historia científica de México. Tras haber visto dos importantes telescopios, hicimos un tour por las instalaciones, en donde pudimos conversar con los investigadores que trabajan en las áreas de óptica y de electrónica del instituto. 

Por la mañana del miércoles visitamos el jardín etnobotánico, donde observamos la domesticación del maíz desde el primitivo teocinte, y otras plantas comestibles o hierbas aromáticas y medicinales; vimos copales, amates, cícadas milenarias, una enorme biznaga, bromelias, entre muchas otras. Aprendimos la importancia de los murciélagos para la polinización, así como los diferentes insectos y conocimos en vivo a la grana cochinilla, insecto parásito de los nopales, colorante de un rojo intenso para los textiles que luego veríamos.

Después de conocer el jardín etnobotánico, con Opción A fuimos a Miahuatlán en donde íbamos a observar un telescopio muy importante, ya que este lugar fue una sede indispensable para observar un eclipse solar total durante 1970. Sin embargo, debido a cuestiones políticas en el ayuntamiento de Miahuatlán, no pudimos observar el telescopio. Fuimos al museo municipal en donde nos dieron un recorrido por la historia de Miahuatlán y nos contaron lo que se vivió el año de 1970 cuando esta ciudad a las afueras de Oaxaca se convirtió en un escenario tan importante para la ciencia. 

Ese mismo día Opción D visitó el templo de Santo Domingo, enorme y espectacular, nos mostró su restaurado retablo principal, con sus tres cuerpos y cinco calles, con las imágenes principales de santo Domingo de Guzmán, San Francisco de Asís y la Virgen del Rosario, profusamente adornado con madera dorada. El ex convento o Museo de las culturas de Oaxaca, con sus enormes claustros, deambulatorios góticos, pasillos con bóvedas de cañón corrido y las celdas de los frailes que albergan la colección histórica; especialmente los hallazgos de la tumba 7 y su extraordinaria orfebrería en falsa filigrana, especialmente los colgantes de Xipe-Totec y de Mictlantecutli, pero también los huesos labrados, el cráneo recubierto con turquesa, los pectorales de oro y coral, entre otros. El recorrido por el centro nos llevó a la catedral, el mercado, el museo Tamayo, el teatro Macedonio Alcalá, el MACO, el mercado Juárez y el oratorio Felipe Neri. Por la tarde, visitamos el taller de grabado Espacio Panoplia, donde vimos la técnica del grabado en linóleo, las formas de impresión con tórculo y apreciamos sus obras. Terminamos el día con un helado en la plaza de la soledad.

Al día siguiente, las protestas de la gente del INAH cambiaron nuestro itinerario, comenzamos en un taller textil, donde conocimos el proceso de hilado, tintura con pigmentos naturales como la grana, el índigo y la castaña, y el telar, con su urdimbre y lanzadera, creando bellos diseños. Entendimos que el valor de las cosas significan horas de trabajo. Visitamos San Jerónimo Tlacochahuaya, pequeño templo y convento de retiro, nada que ver con los grandiosos de Santo Domingo, Yanhuitlán o Teposcolula. En el coro vimos el famoso órgano, con decorados similares del templo. También pudimos ver Mitla bajo el sol quemante, y apreciar sus grecas y habitaciones techadas. 

Por la noche del jueves, con Opción A fuimos a la universidad de Oaxaca en donde se organizaron algunos investigadores llevando sus telescopios. Cuando se puso el sol, tuvimos oportunidad de observar algunos astros. Primero vimos a Marte, luego pudimos observar Júpiter, Venus, la nebulosa de Orión y finalmente la Luna, que nos tocó en la fase de luna llena.

El viernes ambas opciones  iniciamos en Monte Albán el recorrido por sus enormes basamentos, donde pudimos apreciar los altísimos cielos, y ver el observatorio, los danzantes, las enormes columnas. Después de comer fuimos al Centro de las Artes San Agustín en Etla, donde conocimos ese extraordinario laboratorio de arte y las múltiples posibilidades de expresión en el casco de una antigua fábrica textil del porfiriato. En la sala de exposiciones vimos espectaculares obras de Toledo. Terminamos el día en un taller de alebrijes, donde cada uno de nosotros pintó a un pequeño animalito.

El último día, ya de regreso, pasamos por Yanhuitlán, otro templo y convento masivo, pero se ve más imponente por su ubicación en una pequeñísima localidad. Finalmente, la extraordinaria capilla abierta de Teposcolula, con su bóveda nervada y el pequeño convento con su claustro del naranjo. 

Academia de Biología 

CCH

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