Marcha silenciosa en la secundaria en apoyo a los 43 normalistas desaparecidos

¿Qué pueden hacer ustedes para exigir justicia?. Fue la pregunta que generó una discusión al interior del grupo 2°C después de la charla con la periodista Kirén Miret el pasado 21 de noviembre.

-Pero algunos no nos dejan ir a las marchas  -afirmó uno de mis estudiantes-

-¿Qué se les ocurre que pueden hacer desde su trinchera, es decir, en su casa, en su escuela? –propuse- y de repente las manitas levantadas saltaron abruptamente para exponer lo que se les ocurría que podían hacer en sus casas:

-Pintar de negro nuestras puertas -dijo uno-

-Escribir en nuestros coches ¡Vivos se los llevaron vivos los queremos! –afirmó otro-

-¿Por qué no ponemos moños negros en las puertas de los salones de la escuela? –propuso una-

En ese momento, la discusión se tornó en una lluvia de ideas para hacer en la escuela, pues reflexionaron que también ella es su casa.

Así que lo único que yo propuse, puesto que les dejé claro que su maestra de español –o sea yo- no quería decirles qué hacer, quería que ellos tomaran la iniciativa y yo solo lo facilitaría; mi sorpresa fue que lo organizaron solos y yo solo agregué el mote de una “marcha silenciosa” dentro de la secundaria.

Cada uno trajo una cartulina con algún pensamiento, frase, consigna, exigencia, dibujo, caricatura alusiva a la solidaridad y exigencia de la aparición con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero; se vistieron de negro, se colocaron cartelitos con la numeración a partir del 44 –asumiéndonos como uno más de los compañeros desaparecidos- y uno de los alumnos trajo un violín para acompañar la marcha silenciosa.

Los moños negros estaban listos y empezamos la marcha silenciosa: hasta adelante iba Juan Pablo tocando el violín para introducirnos en los salones, después leía Aguayo un poema de su autoría, en el que se decía brevemente el porqué de nuestra marcha silenciosa y al final Octavio pegaba el moño negro en la puerta del salón respectivo.

Avanzamos a los primeros, segundos, terceros, salones de música, dirección de Secundaria,; salimos de la secundaria, ingresamos a CCH pasamos por la dirección y pasamos a un salón; salimos a la explanada general, entramos a Cómputo y para finalizar fuimos a Dirección General.

Las y los alumnos del 2ºC quedaron muy satisfechos y contentos de que su iniciativa fuera tan bien recibida, se sintieron parte de la indignación y expresaron su enojo de manera pacífica y propositiva; inspiraron a sus compañeros.

El grupo no se dio cuenta, pero yo sí, hicieron una acción en solidaridad por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, por un México con paz y justicia, suyo; pero además, lograron colectivizar su conciencia social y política, el inicio de un país con su juventud alerta y con ganas de construir algo diferente y mejor.

Karla Amozurrutia.