Salida de Módulo Reserva de la Biosfera Tehuacan-Cuicatlán

Los días del 19-23 de enero, un grupo de estudiantes de tercero de secundaria asistió junto con los profesores Rosa Elena Tovar y Rafael Solís a la Reserva de la Biósfera de Tehuacán-Cuicatlán como parte del módulo Desierto de Educación Ambiental.

Durante la salida, los estudiantes aprendieron no sólo acerca de las características de las zonas semi-aridas sino también de la población, sus usos, costumbres y problemas que enfrentan.

Es difícil expresar en un espacio tan corto todas las vivencias que compartimos, la forma en que el grupo se empezó a unificar y uno deja de ser esa figura inalcanzable o ajena llamada maestro para volverse una parte importante de ese grupo y ser amado y respetado, y amarlos y respetarlos a su vez, no sólo como alumnos sino como personas. Comparto en este espacio la experiencia de una alumna (Anapaola Rodríguez): “… También nos pareció que fue una ocasión muy especial ya que fue como el principio de una unión como grupo ya que nos juntábamos para comparar respuestas y ayudábamos mutuamente a resolver las actividades, luego esta unión se fue desarrollando durante todo el viaje”.

La Reserva de la Biósfera es muy extensa por lo que sólo se visitó los municipio de Zapotitlán Salinas y Santa Ana Teloxtoc, los cuales son ricos en diversos recursos biológicos y culturales. Nuestro primer día empezó en Santa Ana Teloxtoc donde los chicos pudieron aprender cómo se trabaja la palma y su dificultad; concluyendo el día con una visita a un afloramiento con fósiles marinos, principalmente corales.

El segundo día visitamos Los Reyes Metzontla, una región que se caracteriza por seguir haciendo los utensilios y figuras de barro de forma ancestral. Pero no sólo nos enseñaron a hacer barro sino que nos dieron parte de ellos al contar sus experiencias, acerca de su lengua y cómo se ha ido extinguiendo. Para terminar nuestra tarde visitamos un paisaje lleno de sotolines, conocidos comúnmente como patas de elefante, la gente dice que te llenan de energía. Sea cierto o no, el paisaje es hermoso y poco común. En este lugar encontramos a los sotolines más antiguos de la región. Además tuvieron una comida única, arroz con cacayas (flores de maguey), pechuga rellena de tetechas (flor de cactus), jamón y queso bañado en una salsa de cocopache (chinche) con chile, agua de garambullo (fruto de cactus) y como aperitivo unos deliciosos cuchamá (orugas).

El tercer día se visitamos las Salinas que ha sido una fuente importante de empleo y hasta el escenario para una película mexicana. Además de que se explicaron algunas plantas de zonas áridas y sus usos para terminar el día con un taller donde nos mostraron como hacer shampoo de sangre de draco.

Nuestro cuarto día no pudo ser mejor descrito que por Gabriel Búrbano: “En el camino además de ver y probar aguamiel recién extraído del agave, nos toca ver a personas que deben recurrir a lo más profundo para continuar, a personas que se espinan con mala mujer (pionsong), un paisaje increíble con una vista al valle mejor aún, y demasiados cactus. El problema de esto viene cuando al llegar al punto alto del cerro nos dicen que solo fuimos a ver plantas gigantes, pero que increíblemente tienen más años que la colonia, aproximadamente 600 años de edad…”

La fábrica de piezas de ónix, donde aprendimos cual es el proceso del escultor, desde cortar la piedra hasta pulirla, conseguir piezas personalizadas y comprar piezas. En ese lugar íbamos a estar solo un rato, pero nos quedamos más de 1 hora, tiempo en el que pudimos observar a los escultores trabajar y socializar. En la noche pasaron mayor cantidad de cosas, pero muchas cosas que pasan no se cuentan. Ese sería nuestra última noche en Tehuacán, y posiblemente ese fue el día más pesado, pero el mejor al mismo tiempo”. Nuestra visita concluyó con el Museo del Agua, donde no hay agua. Es un museo-espacio que busca el aprovechamiento óptimo del agua pero también la explotación de amaranto como fuente de alimentación sana y nutritiva para ayudar a la desnutrición. Fueron 5 días inolvidables…