“Mi mundo interior” es uno de los ámbitos que estamos trabajando este semestre.

Este ámbito permite concentrar acciones de desarrollo de la capacidad creativa y de expresión, a través del juego, la creación plástica y poética, que movilizan la forma de considerar el entorno y el sí mismo, permitiendo reconocer recursos que pueden servir para convertirse en construcciones de la propia vida e inciden en la formación de la identidad individual y la colectiva.

Se ilumina, en el aula, el acceso al proceso creativo, a través del cual el mundo adquiere un sentido personal, pues se alcanza una relación afectiva con él. Por ello, facilitar la actitud creativa del alumno significa motivar a que se desarrolle una relación con el mundo de plena de curiosidad, asombro, indagación, espontaneidad, apertura intelectual y afectiva, con seguridad en sí mismo, tolerancia a la frustración y conciencia de los valores.

El conocimiento de sí mismo abre una variedad de caminos por los que puede abordarse la expresión y el fortalecimiento del mundo interior juvenil, propiciando la re significación de la vida en el aula, al abrir espacios para que las y los estudiantes tengan la posibilidad de practicar ser ellos mismos, puedan explorar sus capacidades y ejercitarse en el manejo de sus recursos personales.

 
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